Felisa Gómez participó en el Miss Venezuela 2000 y ahora padece las consecuencias de un cambio estético
La ex Miss venezolana Felisa Gómez está en serios problemas. Pero, según ella, lo más doloroso es que no solo no está cerca de su familia, sino que está sola.
Y también está muy lejos, en Túnez, un país donde no tiene a nadie que la ayude, y en el que le ha tocado vivir situaciones extremas.
Gómez hizo su llamado de atención desde una página, apoyada por la coach Vanessa Cárdenas. En la misma, relata cómo ha sido todo este duro proceso que, entre otras cosas, puso, según ella, en serio riesgo su salud.
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“Hola. Soy Felisa Gómez, Abogada de profesión, activista, fundadora de una organización política y empresaria. En el 2017 decidí mudarme a África, fundando una compañía de traiding. Trabajé arduo con gobiernos y empresas privadas hasta que fui víctima de mafias organizadas, quitándome mi dinero, mi capital y amenazándome para seguir sus intereses. Al rebelarme, quedé aislada, sin poder hablar, sin poder ejecutar mis proyectos, siguiendo con mi vida desde la mayor discreción posible, aislándome casi completamente, teniendo que aceptar lo poco que lograba producir”, comienza su relato.
A todo lo que le sucedió, Felisa Gómez suma otro hallazgo. “Ahora vivo en Túnez, pero me encuentro en una situación muy precaria de salud, debido a los implantes mamarios que me colocaron en el Miss Venezuela 2000 y me aseguraron, en su momento, que serían de por vida (lo cual, ahora sé, no es así). Hace días experimenté lo que significa vivir en la calle y ha sido muy duro. Aunado a esto han descubierto que padezco el síndrome de Asia, por rotura de las prótesis mamarias”, aseguró.
Aseguró que cuando le pusieron los implantes, no le informaron que debía cambiarlos. Le aseguraron que eran de por vida. “Nunca supe que debía cambiar mis implantes cada 10 años o cada 15, ni mucho menos que me pudieran enfermar de esta forma. Ahora todo hace sentido: los implantes me están envenenando, ya que contienen más de 40 componentes cancerígenos, metales pesados, neurotoxinas y citotoxinas. Mis tetas me están matando”, clamó la ex miss.
Actualmente, hay una campaña activa de recaudación de fondos para que pueda viajar a Bogotá, donde “un médico se ofreció a operarme sin cobrar”.
La ex Miss, luego de certamen, se fue a Europa y participó, en 2001, en la edición del programa Supervivientes, donde no clasificó a la final.
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