Durante su intervención, Edmundo González destacó que Venezuela, tras haber tenido una de las democracias más estables de América Latina en el siglo XX, atravesó en el siglo XXI un deterioro profundo de sus instituciones, lo que representa una lección para otras naciones.
“La democracia que los venezolanos perdimos y que estamos recuperando con sangre, sudor y lágrimas está también en peligro en algunos países de nuestro continente”, expresó.
El mandatario electo subrayó que tanto la libertad como la democracia son pilares de la justicia y la prosperidad, pero a la vez son valores frágiles, constantemente amenazados por liderazgos autoritarios, populistas y mesiánicos.
“Nunca podemos dar por sentada la conquista de la libertad y la democracia. Siempre están en riesgo”, insistió.
Edmundo recordó que Venezuela, que durante cuatro décadas fue refugio y respaldo de luchadores democráticos de la región, terminó sumida en una crisis política, social y económica tras el avance del autoritarismo.
Resaltó que el Foro América Libre es un espacio oportuno para debatir sobre los retos comunes en la región, donde confluyen tres tradiciones fundamentales: el humanismo cristiano, el liberalismo clásico y el tradicionalismo democrático.
A su juicio, esa confluencia ofrece un marco común de principios para enfrentar los desafíos actuales y defender los valores que unen a las sociedades libres del continente.
enfatizó que la experiencia venezolana debe servir como advertencia a otros países para evitar repetir los mismos errores.
“Evidentemente no soy el primero en advertir sobre estas dinámicas perniciosas, pero sí puedo decir que represento a una sociedad que las ha sufrido en su máxima expresión”, afirmó.
lapatilla
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