La mortal escena se inició a las 9:00 de la noche, cuando el taxi iba sobre el Anillo Vial Oriental, en el barrio Boconó y a bordo estaban los venezolanos Ronald Antonio Díaz Arenas, de 33 años y Felipe Santiago Salazar Hernández, de 31.
Según se conoció, los venezolanos abordaron el taxi con destino a la urbanización Macarena, municipio Villa del Rosario.
Dos pistoleros a bordo de una motocicleta de alto cilindraje se acercaron al taxi y empezaron a disparar de manera indiscriminada contra los ocupantes.
Cuando el conductor oyó la detonación de al menos 18 balazos, detuvo la marcha y trató de protegerse, sin embargo, una bala alcanzó a impactarlo en el abdomen.
Mientras tanto, uno de los pasajeros que iba en el puesto delantero y su acompañante, que viajaba en el asiento de atrás, recibieron la mayoría de los impactos y quedaron gravemente heridos, recostados al lado izquierdo del vehículo.
En ese momento todo se transformó en gritos, temor y desespero por tratar de salvarles la vida a las víctimas.
Aunque los tres hombres fueron trasladados hasta la clínica Medical Duarte, los dos venezolanos llegaron sin vida al centro médico.
Según se conoció, las dos víctimas llegaron a Cúcuta desde diciembre del año pasado, provenientes del vecino país, con el objetivo de concretar negocios comerciales.
Extraoficialmente se supo que las familias de los dos hombres asesinados tienen locales comerciales de venta de comidas rápidas, por lo que, se presume que las víctimas estarían intentando expandir esta clase de negocios en la capital de Norte de Santander.
Sin embargo, las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer los móviles del doble crimen e identificar a los autores del hecho, que finalmente huyeron en la motocicleta de color blanco.