Desde el pasado lunes 2 de septiembre, Bogotá se enfrenta a un paro de transporte debido al aumento significativo en el precio del gasoil. Este incremento ha llevado el costo del galón de gasoil, que antes era de 9.500 pesos, a 12.500 pesos por galón, generando un impacto directo en los costos operativos de los transportistas.
El paro ha sido impulsado por los transportistas de carga pesada, quienes han decidido cerrar las principales avenidas de la ciudad. Este bloqueo afecta tanto la entrada como la salida de Bogotá, dificultando la circulación y aumentando el tráfico en las horas pico.
El aumento del gasoil ha generado preocupación entre los transportistas, quienes argumentan que este costo adicional es insostenible. Esta situación no solo afecta a los transportistas, sino que también incrementa los precios de los productos que dependen del transporte de carga.
El transporte público se ha visto gravemente afectado, con usuarios atrapados en largas filas y esperas excesivas en los portales del Transmilenio. La falta de unidades y la altísima demanda están causando un colapso en el sistema de transporte público de la ciudad.
Los transportistas han manifestado su deseo de que el Presidente Gustavo Petro se pronuncie sobre la situación actual. La posibilidad de que se tomen medidas para abordar este aumento en el precio del gasoil es esencial para resolver el conflicto y reanudar las actividades de transporte en Bogotá.
Periodista Elianis Mosquera
C.N.P 26.415
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