Las autoridades confirmaron que la venezolana María Andreina Farías Torres, de 31 años de edad, fue abusada sexualmente en el interior de su residencia antes de ser atropellada fatalmente el pasado 14 de mayo por dos técnicos de telefonía en San Bartolo, balneario ubicado al sur de Lima Metropolitana, en Perú.
En una conferencia de prensa, el coronel Carlos Morales, jefe de la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Perú (PNP), indicó que el examen forense practicado al cadáver reveló que la víctima fue ultrajada horas antes de ser asesinada.
Como responsables de este ataque sexual y posterior arrollamiento están señalados los técnicos de Internet contratados por la empresa PCTelecom Rubén Cueva Velásquez y Jean Carlos Montero Huaylinos. Las pruebas recabadas están siendo comparadas con muestras genéticas de los sospechosos.
El coronel Morales señaló que el objetivo de los dos técnicos fue evitar que la víctima presentara una denuncia contra ellos. “Lo que ocurrió fue un intento deliberado por encubrir un delito sexual mediante el asesinato”, afirmó en las declaraciones citadas por Infobae.
¿Cómo ocurrió la muerte de la venezolana?
Ambos trabajadores, contratados por la empresa PCTelecom, llegaron en una camioneta a la residencia de Farías a las 9:00 am del 14 de mayo de 2025 para instalar un servicio de Internet. Según registros de cámaras de seguridad, los hombres llegaron a la vivienda alrededor de las 9:00 am y permanecieron en el lugar durante casi 12 horas.
Cuando los hombres se retiraban de la casa, la víctima salió visiblemente alterada, pidió ayuda y señaló directamente a los técnicos acusándolos de abuso sexual. Al intentar impedir que se marcharan, se interpuso frente a su vehículo, pero fue atropellada y arrastrada varios metros antes de que los agresores huyeran del lugar.
Sospechoso arrestado contó su versión de los hechos
Dos semanas después de ocurrido, las autoridades lograron detener a Cueva Velásquez, a quien arrestaron en la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), ubicada en el Cercado de Lima.
Al ser interrogado por los uniformados, Cueva contó que él y su compañero comenzaron a consumir bebidas alcohólicas con la venezolana, luego de permanecer varias horas en el inmueble.
Cueva relató que se ausentó brevemente y, al regresar, encontró a su compañero y a Farías en el segundo nivel del domicilio. Señaló que también intentó forzar a la mujer, pero esta logró resistirse y enfrentarlo. Luego de la confrontación, ambos hombres abandonaron la vivienda, pero la venezolana los enfrentó para evitar que huyeran. La decisión de los trabajadores fue arrollarla.
Rubén Cueva fue señalado por su propia madre en 2019 de maltratarla físicamente, golpeándola, insultándola e incluso intentando estrangularla. Además, existen testimonios de clientas que aseguran haber sido objeto de insinuaciones y conductas intimidatorias por parte del hombre y su compañero durante visitas técnicas previas a sus domicilios.
Jean Carlos Montero Huaylinos, el otro técnico acusado del atropello y abuso de la venezolana, aún es buscado por las autoridades.
Farías migró de Venezuela en 2019 en busca de mejores oportunidades para ella y sus cinco hijos, quienes residen en el país junto a su madre.
elnacional
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