En Colombia fue sentenciado a 36 años de cárcel un venezolano por haber asesinado a su compañera: la ahogó en el río Ranchería, luego que esta lo denunciara por acto sexual abusivo contra la hija de ambos, que cuenta con 13 años.
El condenado es Mariano Martín Steketc Ochoa, de 37 años. Fue acusado de feminicidio agravado por el crimen de Melisa del Valle Reyes Muñoz, de 33 años, también venezolana.
El homicidio ocurrió el 30 de junio de 2019 en el barrio Villa Fátima de Riohacha, donde está ubicado un brazo del río, divulgó El Heraldo de Barranquilla.
«Según el fallo de la jueza primera penal del circuito de Riohacha, Naike Pimienta Reverol, los testimonios y las pruebas presentadas por los investigadores revelaron que el hombre sumergió la cabeza de la mujer en el agua que tiene aproximadamente una profundidad de 40 a 60 centímetros», se lee en el sitio web citado.
La víctima padecía de dificultad respiratoria «por lesiones que él mismo compañero le había causado anteriormente» y ante la fuerza que ejerció sobre su cabeza, se ahogó y murió a consecuencia de asfixia por inundación de las vías respiratorias, según el dictamen de Medicina Legal.
En el referido portal, «inicialmente se pensó que Melisa había muerto ahogada, pero con las pruebas que se realizaron se determinó que fue asesinada».
Según se estableció en la investigación, «el hombre sometía a su mujer de manera permanente a maltratos físicos, psicológicos, sexuales y amenazantes y ejerció sobre ella constante violencia e intimidación».
En El Heraldo se reseñó: «Cuando ella lo denunció por el abuso sexual contra su hija fue capturado, pero por un presunto mal procedimiento en la detención, fue dejado en libertad y recapturado tres días después que asesinó a su mujer».
En la lectura del fallo, la jueza explicó que después que Mariano recuperó la libertad convenció a Melisa de volver a la casa con sus hijos, pero continuó con las agresiones, maltratos y humillaciones. «Incluso la amenazó con matarla si la Policía lo capturaba de nuevo por la denuncia que había interpuesto».
“Premeditadamente concibió aparentar una mejoría en la relación para lograr la confianza de la víctima sacarla de su casa y llevarla hasta el sitio enmontado para luego asesinarla, de una manera cruel tal como lo determino medicina legal”, aseguró la jueza.
“Este caso se trata de conductas estremecedoras que se convierten en execrables, originando en la sociedad repudio y clamor por una mayor severidad en las sanciones, que sean consecuentes con su gravedad. Y es por ello que encuentra este despacho que ese obrar del procesado es reprochable, teniendo en cuenta que actuó de una manera típica y con antijuridicidad”, explicó la jueza.
En el citado medio colombiano, esta es la segunda condena que se dicta en La Guajira por feminicidio agravado, ya que en noviembre fue condenado Edgar Tobías Amaya, de 56 años, quien asesinó a golpes a su esposa Patricia Uriana, de 54 años. Pagará 43 años de prisión.