El príncipe Guillermo, Kate Middleton y sus tres hijos vivieron momentos de tensión tras un asalto al Castillo de Windsor mientras dormían en su residencia, Adelaide Cottage. Según informes de medios británicos, dos individuos enmascarados lograron infiltrarse en la propiedad tras forzar una puerta de seguridad utilizando un camión.
El incidente ha encendido alarmas sobre la eficacia de las medidas de protección de la familia real. Aunque la familia del príncipe de Gales no sufrió daños, el suceso plantea serias preocupaciones sobre posibles riesgos futuros. Fuentes como el Daily Mail señalan que los intrusos podrían haber estudiado los movimientos del castillo durante un tiempo antes de ejecutar su plan.
Los atacantes robaron una camioneta y un quad de una granja en la propiedad, desplazándose por zonas cercanas a Old Windsor y Datchet antes de que se activen las alarmas de seguridad. Pese a que se ha iniciado una investigación policial, hasta el momento no se han realizado arrestos.
La Casa Real no ha emitido comentarios oficiales sobre el estado de los príncipes de Gales y sus hijos, manteniendo la habitual discreción que caracteriza a la institución. Sin embargo, se sabe que las medidas de seguridad se han reforzado considerablemente tras este incidente.
Este no es el primer fallo en la seguridad del Castillo de Windsor. En 2021, un intruso armado ingresó al recinto con la intención de tentar contra la reina Isabel II durante las celebraciones navideñas. Aunque en ambos casos las amenazas no pasaron a mayores, los eventos han puesto de aliviar la necesidad de revisar y mejorar los protocolos de protección de la monarquía británica.
Con información de Infoabe