La decisión del jurado no fue bien recibida por el entorno del futbolista. “No lo llamaré un robo, pero sí un daño moral a un ser humano”, afirmó el padre del jugador español.
Lamine Yamal no pudo alzarse con el Balón de Oro en la ceremonia celebrada en París, donde el prestigioso galardón de France Football terminó en manos de Ousmane Dembélé. A pesar de su destacada temporada, la joven promesa del FC Barcelona, de tan solo 18 años, tuvo que conformarse con el segundo lugar en la votación. Sin embargo, no se fue con las manos vacías: por segundo año consecutivo, recibió el Trofeo Kopa, que lo reconoce como el mejor jugador joven del planeta.
La decisión del jurado no fue bien recibida por el entorno del futbolista. Su padre, Mounir Nasraoui, expresó su frustración durante una videollamada con el programa El Chiringuito, en la que lanzó duras críticas: “No lo llamaré un robo, pero sí un daño moral a un ser humano”, afirmó. Para él, no hay duda de que “Lamine Yamal es, con mucha diferencia, el mejor jugador del mundo”, y aunque reconoció que sus palabras pueden parecer sesgadas por ser su padre, insistió: “Aquí ha pasado algo muy raro”.
Nasraoui, conocido en redes sociales como Hustle_Hard_304, llegó a la capital francesa el viernes previo al evento para acompañar a su hijo. Ambos estuvieron presentes en la gala del lunes, en la que Lamine fue oficialmente reconocido como el segundo mejor futbolista del mundo.
A pesar de la decepción, el padre del jugador se mostró optimista de cara al futuro: “El año que viene el Balón de Oro será español”, declaró con firmeza, confiando en que el próximo año se hará justicia con el talento de su hijo.
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