El gobierno de Joe Biden apuesta por el diálogo para resolver la crisis de Venezuela. La prueba son los encuentros organizados en Colombia por el embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, quien trabaja desde Bogotá.
Este diplomático reunió a algunas de las cabezas visibles de la oposición, como Leopoldo López, Julio Borges, Manuel Rosales y Carlos Vecchio, para reiterarles que necesitan unidad si quieren una salida para Venezuela. Una salida que tiene que ser negociada. Este es el plan de la Casa Blanca, y por si quedaban dudas, este martes Juan González, director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, los aclaró.
“La vuelta de la democracia a Venezuela no llegará mañana. Tomará tiempo. Tenemos que empujar para que el régimen se siente con la oposición para negociar como iguales una salida”, dijo González en una entrevista para la cadena Univisión.
El funcionario de Biden ha seguido la crisis de Venezuela desde el gobierno de Barack Obama. Especialmente a partir de 2014, cuando comenzaron los primeros diálogos entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro. De ahí en adelante, todas las negociaciones han caído del lado del régimen, el cual ha convertido estos procesos en su balón de oxígeno particular.
“He visto que las iniciativas de diálogo han fracasado. Maduro ha usado el diálogo para demorar, concentrar el poder y marginalizar y poner en prisión a miembros de la oposición”, dijo González.
Washington cambia de estrategia
Lo que llama la atención es que Estados Unidos apuesta por el diálogo en un momento en el que Maduro no tiene incentivos para sentarse en una mesa. Quizá conscientes de esto, desde el gobierno de Biden apuestan por replantear la estrategia trazada en el gobierno de Donald Trump.
Juan González insiste en que desde la Casa Blanca aplicarán una estrategia “bipartidista” de verdad. De verdad porque en la era Trump no fue así. “Esto no va a ser una estrategia electoral para el sur de Florida sino un enfoque para los venezolanos y para el futuro de Venezuela”.
Agregó que mientras Trump hablaba e insistía en una coalición internacional, ejecutó la mayor parte de sus acciones hacia Venezuela de forma unilateral.
“Así dejó atrás a los aliados en Europa y a muchos de los países de la región. El consenso multilateral se estaba quebrantando por sus acciones políticas unilaterales”, dijo.
González aseguró que están en conversaciones con países europeos y latinoamericanos. Gobiernos “muy entusiasmados” de trabajar con Estados Unidos “para seguir incrementando la presión de forma multilateral a favor de una salida democrática”.
Presión para que Maduro se ponga serio
Esta presión no irá dirigida a una invasión militar, ni a un estallido social. Es una acción enfocada a que el presidente Nicolás Maduro se siente a negociar. A que tenga los incentivos que ahora no tiene para conversar con la oposición.
Pero la cuestión no es sólo que Maduro se prepare para un diálogo. Otro en el que vaya a salir victorioso. No. La idea es que se lo tome en serio. Que se logren cambios de verdad para Venezuela. En el pasado, John Bolton, quien fue asesor de Seguridad Nacional de Trump, dijo que no valía la pena negociar con Maduro porque no era serio. Y estas palabras las ratifica ahora Juan González.
“Ellos [el régimen de Maduro] deben demostrar que están serios para buscar una ruta hacia delante”, dijo.
¿Y cómo lo demuestran? “Es Maduro quien tiene que demostrar que está listo y quien debe dar pasos para demostrar confianza. Sea desmantelando la policía que ha sido acusada de ejecuciones extrajudiciales. Soltando a los presos políticos, incluyendo a los seis ejecutivos de Citgo. O ayudar a la asistencia humanitaria del país, ellos intencionalmente no están dejando que entre ayuda humanitaria para crear un ambiente de sufrimiento”.
NAM