En entrevista con el historiador y director del Centro de Estudios Históricos de LUZ, analiza para Versión Final las presidenciales en la mayor potencia del planeta. “Aquí no hay un canal como el de Panamá. Hemos sobredimensionado la importancia de Venezuela”
Si algo resalta de Ángel Rafael Lombardi, director del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia, es una frontalidad adherida a la multiplicidad de enfoques sobre un tema al momento de analizar escenarios. No se va por las ramas. Eso y su capacidad de análisis lo convierten en un entrevistado que los periodistas agradecen tener.
En esta oportunidad, Lombardi, premio nacional de Historia, pone bajo la lupa las elecciones en los Estados Unidos para Venezuela.
“Todas las encuestas hablan de un empate técnico, pero las casas de apuestas en Las Vegas, Nevada, dan como ganador a Donald Trump”, resalta de entrada quien considera que Kamala Harris representa la “continuidad apacible” de Joe Biden.
Para Lombardi, la gestión actual de la Casa Blanca, que tiene a Harris como vicepresidenta, es una gestión “bastante positiva”, por lograr que en los escenarios internacionales, Estados Unidos se posicione de forma positiva, con una economía que, en términos generales, en su opinión, va bien.
El historiador zuliano reconoce en Trump un fenómeno electoral digno de estudio. “Tiene tantas cosas en contra y es increíble que aun así esté técnicamente empatado en las encuestas (…). Representa la América profunda con un discurso peligroso, desde mi punto de vista: el discurso del odio, pero mientras más cosas negativas representa, más apoyo tiene”, reflexiona y apunta al sector del electorado más pobre, menos formado y radical.
Recuerda su incursión al Capitolio y sus juicios en tribunales con muchas causas abiertas. Destaca además como la mayoría de quienes integraron su círculo más cercano en la primera gestión hoy se encuentran en aceras opuestas por discrepancias, y principalmente por su “poco apego a la Constitución”.
El humo de Trump
Para el académico venezolano, la política de Kamala y de Joe Biden es más seria y más predecible porque, valga la redundancia, tiene las características de una política de Estado. Y la de Trump, bajo su percepción, corre el riesgo de no ser nada.
“Solamente humo. Recuerda que, en algunos sectores de los venezolanos, de afuera y adentro, hay un desencanto con relación a su primera gestión. ¿La causa? Utilizó a Venezuela para tener apoyo político, votos, y a la hora de la verdad, cuando tocaba actuar, hizo muy poco. No concretó un ofrecimiento tangible de mayor presión y mayor ayuda a la lucha por el retorno democrático en Venezuela”.
Sin embargo, Lombardi estima que hay otros sectores que creen que Trump, por ese discurso incendiario y guerrerista pudiera relanzar la esperanza que se perdió en la primera gestión.
“Ahora, eso está por verse. Recuerda que a Estados Unidos solo le interesa el petróleo venezolano y que no sigan incendiando la pradera de lo que consideran su patio trasero”.
A Lombardi no le sorprendería que el candidato de los republicanos se acercara a Nicolás Maduro de resultar electo.
“¿No se reunió con (Kim Jon-Un) dictador de Corea del Norte? ¿El mismo Trump no es pana y amigo de (Vladimir) Putin? Y según él, si gana las elecciones pondrá fin a la guerra con Ucrania…Si es capaz de entenderse con Putin y el dictador de Corea del Norte, ¿por qué no será capaz de entenderse con Maduro? Con Trump los escenarios son abiertos e impredecibles”.
El voto migrante
Según el Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ la política migratoria de Biden “con respecto al trato del inmigrante” ha sido buena.
Enumera el TPS, el Parole Humanitario y avales para los reencuentros de decenas de miles de familias. Califica su política migratoria como “concienzuda, humana y coherente”, no así el discurso de Trump.
“Es brutal con el tema migratorio: muros, divisiones de familias, expulsión masiva de indocumentados. Lo paradójico de todo esto es que, a pesar de amenazar con una expulsión masiva de migrantes, la mayoría de los venezolanos establecidos van a votar por él porque perciben como una amenaza a su estabilidad laboral las nuevas oleadas migratorias que pueden venir de Cuba, Nicaragua y Venezuela”, explica.
Pese a su discurso desesperanzador, Lombardi insiste en que las tendencias apuntan a que el voto hispano favorecería a Trump y no a Kamala.
¿Guerra civil?
Al ser consultado sobre la factibilidad de una guerra civil en los Estados Unidos, Lombardi se refiere a una película que recorrió el mundo y generó muchos debates.
“Se llamó: Guerra Civil y plantea el escenario de la guerra civil en los EE.UU. Varios analistas, académicos e historiadores coinciden en esa posibilidad, así que no es un escenario basado en la ciencia ficción. El tema del asalto al Capitolio hace 4 años fue real”.
Para el historiador la violencia, los anuncios de fraude sin ir a las elecciones, crispar el ambiente, no reconocer al adversario político y descalificarlo, es sumamente peligroso, y la diferencia en escenarios entre Venezuela y los Estados Unidos guarda relación con la solidez de las instituciones estadounidenses.
“Eso es un plus pese a Trump. Él pudiera intentar lo inesperado, pero ahí está el Ejército, la Corte Suprema de Justicia, el Senado, el Congreso, los Medios de Comunicación. Todos son factores de poder importantes que van a buscar siempre el equilibrio ante la posibilidad de disrupción en el sistema. Pero ciertamente, Trump es sumamente peligroso”, añade.
Los extremos se tocan
En la entrevista con Lombardi salieron a flote las posibles similitudes entre Donald Trump y el desaparecido líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez Frías.
Lombardi piensa que son figuras históricas idénticas.
“Yo he hablado de Trump como el Chávez anglosajón. Si hay un líder norteamericano que utiliza el populismo irresponsable, que demuestra una incultura mesiánica, que no le importan los modales, que no le importa saltarse a la torera los principios institucionales preestablecidos, ese es Trump, y allí hay un vaso comunicante entre lo que fue la gestión de Chávez y lo que es Trump”, argumenta.
Lo llamativo del paralelismo, sostiene, es que mientras Chávez lo hacía en una nación con la institucionalidad dinamitada, Trump lo hace en un contexto en que la institucionalidad es sumamente sólida.
“Trump, no lo digo yo, lo dicen expertos que han estudiado su perfil médico psiquiátrico, es un ególatra. Un hombre que no acepta perder, yoísta y puede poner en peligro la estabilidad del mundo, pero recuerda que, cuando en su primera gestión hubo ciertos devaneos en cuanto a esas posibilidades, fue frenado por el mismo sistema”.
Sobre qué candidatura convendría más se impusiera en los Estados Unidos para Miraflores, Lombardi destaca la habilidad y el pragmatismo de Maduro y su adleteres.
“Creo que a ellos les conviene más un triunfo de Trump, que pudiera parecer todo lo opuesto. Trump es el presidente perfecto para un régimen como el venezolano, que va a utilizar el bloqueo, las sanciones y la amenaza de invasión. Van a utilizar la verborrea guerrerista de Trump para victimizarse y eso es ideal para Miraflores en la actualidad”, refiere.
Para quienes tienen expectativas con Trump y una posible invasión militar, fue enfático en descartarlo.
“El envío de tropas está descartado. Ni con Trump ni Kamala enviarán tropas. Aquí (en Venezuela) no hay un canal de Panamá y el petróleo nuestro tampoco es para tanto. Nosotros hemos sobredimensionado la importancia de Venezuela”, asegura.
Para Lombardi, nuestra nación es un modesto país y debido a lo que llama “regresión histórica chavista”, retrocedió más de 50 años.
El historiador enfatiza que hay otras realidades geopolíticas más importantes para los Estados Unidos y lo que les interesa es mantener su discurso, elevando en torno de la defensa de los principios democráticos. “Pero eso no han dejado de hacerlo indistintamente quien sea el presidente”.
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