Mientras algunos países presumen de tener inmunizada ya a buena parte de su población, Venezuela ni siquiera ha comenzado.
El País de España reseñó que, mientras que en países como Chile solo faltarían 10 semanas para acabar de vacunar a toda su población, en otros como Venezuela están a más de 1.200, lo que equivale a 20 años.
Gabriel Baracatt, director ejecutivo de Avina, señaló que la región tiene el 8% de la población mundial y el 30% de los fallecidos por covid-19. «No puede imperar una lógica de mercado puro, de oferta y demanda, porque hay poblaciones enteras que no van a poder acceder a la vacuna. No entendemos cómo un problema global no tiene una solución global y estemos condenados a depender absolutamente de la decisión de 7 o 10 laboratorios farmacéuticos con un mercado cautivo de 7.000 millones de habitantes”.
Avina ha querido reforzar su mensaje y mostrar su preocupación desarrollando un portal de datos que monitorea el proceso global de vacunación, desde el porcentaje de personas que han recibido inyecciones en cada país al ritmo con el que se lleva a cabo la campaña, y calcula la cantidad de semanas que necesitaría cada Estado para inmunizar a la totalidad de su población.
Y es que el contador de Avina ofrece datos que vistos en perspectiva producen cierta angustia. Con corte a mediados de abril, teniendo en cuenta que un año son 52 semanas, la tabla indica que a Chile solo le faltarían 10 semanas para acabar de vacunar a toda su población. Le siguen Uruguay, con 11 semanas; República Dominicana, con 36; Brasil, 38; Argentina, 50; México, 53; Costa Rica, 72; y Surinam, 77. A Colombia y Panamá les faltan 85 semanas a cada uno. La población vacunada en este grupo de países estaría actualmente entre el 5% y el 10%.
La situación del resto de naciones de la región es más dramática porque todos necesitarían más de un centenar de semanas para vacunar completamente a su población, empezando por El Salvador, con 124; Bolivia, con 156; o Ecuador, con 193. Los peores parados serían Honduras, con 569 semanas; Guatemala, con 815; Paraguay, con 869 y Venezuela, con 1.219 semanas. Es decir, de seguir el ritmo actual de vacunación y de distribución de vacunas, este país tardaría 23 años en inmunizar a su población. Ninguno ha podido vacunar ni siquiera al 1% de sus ciudadanos. Su situación es comparable a la que sufren países como Kenia o Pakistán.
La población de Israel celebra que ya no van a usar más mascarillas.