Eugenio Martínez, director de Votoscopio, afirma que la sentencia del TSJ que “suspende” las Primarias, tiene como meta evitar su habilitación en el marco de las negociaciones. Luis Vicente León, resalta que todo apunta a que Nicolás Maduro se arrepintió de permitir la consulta. “La sentencia del TSJ pone gasolina a la presión para retroceder, en parte, los acuerdos políticos alcanzados con la Casa Blanca”, advierte.
Borrar argumentos jurídicos. La polémica decisión del Tribunal Supremo de Justicia -con el diputado José Brito como operador del oficialismo- de suspender “en todos los efectos” la Primaria opositora ganada de forma contundente por María Corina Machado, busca reducir al máximo las variables para que, en un futuro no muy lejano, negociadores de la Plataforma Unitaria o de la Casa Blanca, puedan abrirle paso las elecciones presidenciales de 2024.
La sentencia ordena a la Comisión Nacional de Primaria (CNdP), ente rector de la primaria opositora, remitir al órgano judicial en un lapso de tres días los “antecedentes administrativos” de las fases del proceso, incluyendo todas las actas del evento —actas de constitución de mesas electorales, cuadernos de votación, papeletas y actas de escrutinio.
Según Eugenio Martínez, director de Votoscopio, la decisión que impulsa la sentencia es tardía.
Parece dirigida a ratificar la inhabilitación de Machado, a la vez de construir la narrativa para que la Plataforma Unitaria no pueda argumentar, según el acuerdo de Barbados, que fue elegida en primaria y por lo tanto debe permitírsele participar en 2024”, sostiene el periodista especializado en procesos electorales.
En la red social X, Martínez plantea que no le sorprendería que el TSJ ordene repetir la Primaria, pero con la exclusiva participación de sólo los designados en procesos internos supervisados por el CNE puedan participar en la elección presidencial de 2024. “¿Qué le queda a la Plataforma Unitaria? Para ‘jugar caribe’ y devolver la pelota al TSJ y a Barbados necesitan decidir/elegir en un proceso interno de cada organización que integra a la plataforma, solo las reconocidas por el CNE, que María Corina Machado es su candidata presidencial”.
Portal para la violencia
Andrés Eduardo González, director de la consultora Espolitks, califica la sentencia como un ataque contra los 2,4 millones de venezolanos que votaron en la Primaria del 22 de octubre y estima que, desde el alto poder, alimentan la narrativa desde hace una semana para criminalizar y judicializar el proceso.
Con esta sentencia del TSJ, el chavismo busca construir un caso que justifique una ola de persecución contra la primaria y la oposición. Esto es un paso más. Lo que sí creo es que le dará más fuerza tanto a la Comisión Nacional de Primarias como a María Corina Machado”, resalta.
En palabras de Ricardo Ríos, de la firma Poder y Estrategia, la decisión del TSJ tiene varios cálculos políticos y busca dos reacciones: La primera, enardecer para desbocar y una vez allí justificar la narrativa y poder desplegar acciones más contundentes, y la segunda, intimidar y desmovilizar al solicitar los cuadernos de votación. “No obstante, el saldo político no se elimina por decreto”, detalla.
Acuerdo de Barbados, en terapia
Zair Mundaraín, abogado y especialista en materia penal, sostiene que la sentencia dinamita los acuerdos firmados por la oposición, representantes de la Casa Blanca y el gobierno venezolano en Barbados. Según este pacto, el madurismo no puede interferir en las decisiones de la oposición para seleccionar un candidato presidencial.
“El régimen venezolano no se apega a ninguna fórmula legal, juega en el tablero del crimen mientras simula su cualidad de gobierno institucional. Los garantes del acuerdo tienen el trabajo de reaccionar frente a la arremetida de hoy”, esgrime.
De acuerdo con Luis Vicente León, director de Datanálisis, la decisión no tiene ningún impacto negativo sobre el liderazgo de María Corina Machado en la oposición y más bien amplifica su potencia nacional y refuerza el rechazo internacional. Sin embargo, el politólogo cree que amenaza seriamente el acuerdo que permitió desactivar las sanciones.
Esta medida pone gasolina a la presión para retroceder, en parte, los acuerdos políticos alcanzados con EE.UU”, sostiene.
En su percepción, todo parece indicar que el Gobierno se arrepintió de haber permitido ese evento por vía de las negociaciones y dados los resultados obtenidos tiene razones para su preocupación. “Pero el remedio que aplica me parece mucho peor que la enfermedad”, sentencia el analista.
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