El Palacio de Buckingham prohibió a los duques de Sussex utilizar la palabra “Royal” (de la realeza) para cualquiera de sus emprendimientos. Esto tumbó ciertos planes de negocios de Harry y Meghan, quienes finalmente reaccionan públicamente.
En un comunicado Harry y Meghan anunciaron que no usarán la palabra “royal” (de la realeza) en ninguno de sus proyectos, pero aclaran que acatan la medida aunque “ni la realeza ni la oficina del gabinete tienen jurisdicción sobre el uso de la palabra ‘royal’ a nivel internacional”.
El tono en el que hacen este anuncio, publicado el viernes en el sitio web de la pareja, fue criticado en redes sociales, donde dicen que es una respuesta altanera.
Los Sussex hacen énfasis en condiciones que consideran injustas, como el hecho de que aún no tienen autorización de la realeza para trabajar. En este sentido, remarcan que sin embargo, “hay precedentes de otros miembros con título de la familia real que buscan empleo fuera de la institución”.
Harry y Meghan se vieron obligados a retirar el registro de la marca Sussex Royal, pero explicaron que solo es una medida preventiva y que seguía “el mismo estándar de pedidos de registros de marca hecho por la Fundación Real del Duque y la Duquesa de Cambridge”.
El texto deja en evidencia la molestia de la pareja, que ahora vive en Canadá, por las restricciones a las que los somete desde Buckingham la reina Isabel.
EP Mundo