En medio de la cuarentena social por el coronavirus, el comediante zuliano Gustavo Contreras, de 29 años, puso andar sus dotes histriónicas como influencer y comediante. Su talento nato para la interpretación de personajes, sumado a un teléfono celular, un programa básico de edición y con ayuda de familiares y amigos, emprende la nueva etapa de su marca personal a través de la red social Instagram en la cuenta @gustavocomedia.
Gustavo, quien radica en el sector La Rivera en Santa Bárbara de Zulia, en el municipio Colón, explicó este domingo 9 de agosto que la idea surgió justo después que el gobierno de Nicolás Maduro decretó el estado de alarma nacional. El también comerciante dice manifiesta que comenzó a materializar sus ideas más allá de las restricciones por la pandemia. Así, en medio de apagones, recién llegado de una cola para abastecer combustible o con fallas para acceder a internet, concluyó su primer video, en el que se le ve camino a una cita de trabajo y como quedó sin gasolina su hija le presta su coche rosado.
Luego del exitoso lanzamiento comenzaron a surgirle más ideas que se convierten en videos que cuelga cada semana. Contreras dice que, aunque no existe una fórmula, él emprende desde una idea, la desarrolla, consulta entre sus amistades más cercanas y luego graba, edita y afina los detalles.
Además de ganar seguidores, ser comediante e influencer le permiten mostrar la realidad venezolana con un toque de humor. Dice que su formación ha sido como bachiller egresado del liceo Francisco Javier Pulgar y cursó contaduría pública en la Unesur. También se dedica a varios oficios para subsistir.
“Lo importante es sacar sonrisas a esas personas que están en sus casas, que viven preocupadas con todo lo que está ocurriendo en el mundo con el virus y con la situación que sabemos ocurre en el país. Quiero que la gente que emigró también conozca lo que vivimos y también se alegre con la jocosidad que caracteriza al zuliano. Que ría y drene el estrés. A Siempre es necesario despertar el ánimo”, expone Gustavo a El Pitazo.
En sus publicaciones @gustavocomedia, como ahora bautiza su marca personal, aborda temáticas diarias de los venezolanos: colas para abastecer gasolina, dificultades para movilizarse, los apagones, el corte de señal de Directv, entre otros. Explica que esta serie forma parte de los primeros posts que buscan entretener a sus seguidores.
Gustavo no actúa solo, y es que su esposa Alejandra Contreras, su hija Amanda Venecia, su amiga Andreina Caridad, Gustavo Mateus, suegros, compadres y allegados, también forman parte del elenco que es visible en las piezas audiovisuales. Le agradece el apoyo de Adriana Ortega, la crítica de su amigo Henry León y el amor incondicional de Grecia, su primera hija, quien vive en Chile. Él daría todo por grabar junto a su abuela, quien partió de este mundo.
Gustavo se expresa de manera coloquial y en cada episodio una nueva ocurrencia termina siendo una ovación de parte de los fanáticos. “La satisfacción de esta labor es que la gente me escribe y agradece por hacer esto que inicié con mucho sacrificio. Me agrada que a la gente le guste, esa es la idea sacar una sonrisa en medio de tanta dificultad. Cada día intento hacerlo mejor. Mi felicidad es mi familia y ellos son quienes me acompañan en este emprendimiento”, revela Gustavo.
Gustavo Contreras es un vendedor de ropa y zapatos que, desde niño e influenciado por la actriz y profesora de teatro Tibisay Contreras, sintió el impulso de surgir como lo ha hecho su progenitora, aunque no desde las tablas sino desde la amplia ventana del entretenimiento que posibilitan las redes sociales. “No me gusta la política, trato de mantenerme al margen de todo eso porque sabemos cómo es la situación en nuestro país. Al único que tengo temor es a papá Dios”, remarca.
Cita que el famoso comediante venezolano Nando de la Gente le dio Me Gusta a uno de sus videos y eso fue motivo suficiente para sentirse impulsado en su carrera. “Imagínate todo lo que podemos lograr. He conseguido mucho desde casa, pero podrás tener una idea de lo que se puede hacer cuando pase la pandemia, que podamos dinamizar con paisajes de Venezuela y locaciones para hacer reír al exigente público que día a día sigue, comparte, replica y hasta cuelga en su WhatsApp un video con el que identifica su cotidianidad.
El Pitazo