El barrio 26 de julio, ubicado en la parroquia San Benito del municipio Cabimas en la Costa Oriental del Lago arriba a sus 62 años en medio de promesas incumplidas que con lo mantienen en la desidia total.
Ya son seis décadas transcurridos desde aquel 26 de julio de 1958 cuando un grupo de hombres y mujeres decidieron trasladarse hasta un lote de terreno y conformar en este lugar el sector muy popular en el municipio Cabimas.
El 26 de julio es otro sector del municipio Cabimas lleno de historias, de sueños y de esperanzas que siguen latente en las mentes de sus vecinos que añoran que los cambios y transformaciones para su comunidad se logren concretar.
Los vecinos ven pasar los días, las semanas y los años en medio de una escasez de agua potable, con sus calles deterioradas, polvorientas, invadidas por las aguas servidas, sin alumbrado público, con deficiencias de gas doméstico, por lo que deben cocinar con leña; generando un problema de contaminación ambiental y de salud en medio de la pandemia del Coronavirus que sacude al mundo. Las bombonas de gas doméstico tampoco llegan a la comunidad.
A estas calamidades también se le suman los problemas de comunicación con las líneas de Cantv, el internet y el mal servicio que presta la empresa de Televisión por cable.
Igualmente destacan, que se sienten indefensos ante la acción de la delincuencia, que se ha convertido para ellos en un verdadero reto, ya que los cuerpos policiales brillan por su ausencia.
Sus habitantes señalan que son muchas las promesas incumplidas por cada uno de los gobernantes que han pasado por el municipio y esto se observa en sus condiciones de servicios públicos que siguen ahí perjudicando la calidad de vida de unas 3 mil 500 familias distribuidas a lo largo y ancho de sus 45 calles y 6 avenidas deterioradas por el paso del tiempo, que se ha llevado el poco asfalto que cubre parte de su superficie, por donde han transito niños, jóvenes, adultos y ancianos, dejando atrás sus sueños de grandeza para su comunidad.
Por Mirian Zambrano