El principal problema que continúa condicionando la vida de los venezolanos y la estabilidad social del país, que actualmente se encuentra en una etapa de inestabilidad, es la hiperinflación. La economía nacional está destruida y alterada en todos sus órdenes y niveles, puesto que la aceleración en la evolución del sistema de precios profundiza la crisis y la desigualdad social en Venezuela.
Y es que este lunes el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, informó que el la cifra de inflación cerró el pasado mes de noviembre en 38,5% con una inflación acumulada en todo el año 2019 de 5.515,6%.
En octubre, la inflación se ubicó en 20,7%. Es decir, en tan solo un mes casi el doble (98%) como resultado del aumento del consumo con días clave en este último trimestre, como el Black Friday y el crecimiento del gasto público emitido por el gobierno de Nicolás Maduro para financiar los pagos de pensiones, aguinaldos, bonos a través del Carnet de la Patria y diferencias salariales en la administración pública.
Las ofertas del llamado “Viernes Negro” repuntaron la demanda, y por ende, se expandió el consumo forzando una circulación de dólares mucho más rápida, que elevó su precio, acentuó la devaluación del bolívar y generó un efecto rebote en la cadena de precios de diversos rubros, entre ellos los productos básicos y alimentos.
“La hiperinflación sigue, la intensidad ha menguado, pero se mantiene la hiperinflación y seguramente se va a mantener por lo menos durante el primer semestre del 2020”, alertó el diputado Alvarado en una rueda de prensa desde la AN.
Esto implica que en los próximos seis meses podría acelerarse la devaluación del bolívar y repuntar la inflación por efecto de la expansión de la dolarización de facto en la economía del país, lo cual modifica y altera todas las estructuras de costo, precios, pagos y transacciones en el ámbito comercial, empresarial y bancario.
“La actividad económica ha caído hasta el tercer trimestre del año en 43%. El PIB no petrolero ha caído 78% este año, el año ha sido dramático”, precisó el diputado Alvarado en su reporte de este lunes.
La contracción de la capacidad del aparato productivo del país para generar y captar renta a partir de las exportaciones, en especial las petroleras, se encuentra en proceso de llevar la economía venezolana a un nivel cero en el que la caída llegaría al -100%, es decir, una eventual extinción y desintegración total de la economía del país.
“La base monetaria creció 12.000%, es decir el Banco Central sigue imprimiendo dinero, sigue financiando al Ejecutivo, ha aumentado el financiamiento al Ejecutivo en 42.000%”, precisó la Comisión de Finanzas del Parlamento en su informe económico mensual.
Este incremento desmedido en la liquidez monetaria tiene la característica particular de que es dinero inorgánico creado por el Banco Central sin contrapartida en dólares de las reservas internacionales provenientes de la producción interna, exportaciones petroleras y renta convencional de PDVSA, lo cual atiza el fuego de la hiperinflación.