Destiló su verborrea contra la oposición argentina, la cual dijo que está llena de estúpidos e imbéciles; así como calificó a Macri de «basurero», a Almagro de «traicionero» y que Trump significa el pasado
Este sábado, Nicolás Maduro dijo que la derecha latinoamericana se contaminó de los factores de intolerancia, odio y neofascismo de la oposición venezolana. El mandatario no dejó «muñeco con cabeza», atacando a Macri, Bolsonaro y quienes integraron el Grupo de Lima, en una entrevista que concedió al analista político y economista Alfredo Serrano Mancilla, para su programa La Pizarra.
Cuando se le consultó acerca de las elecciones argentinas, Maduro calificó a Mauricio Macri como un «basurero» y profirió una serie de insultos en contra de los dirigentes de la coalición opositora del país del sur, a la que acusó de planificar acciones en su contra durante su frustrado viaje a Buenos Aires para participar en la cumbre de la CELAC en enero pasado.
«Fue la mejor decisión (no viajar a Argentina), porque querían montar un show atacándome, Todo este sector de la derecha extremista son unos miserables y unas miserables. Quizás unas miserables más que unos miserables. Toda esa gente estaba en un plan, en un complot. Estúpidos, son unos imbéciles. Imbéciles, les digo desde Caracas. Son unos imbéciles», fustigó Maduro.
También respondió sobre Luis Almagro, lo calificó de traicionero; y a Donald Trump, tildándolo de pasado.
Durante la entrevista, Maduro también se refirió al atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y dijo que «la mano de Dios puso su intersección para salvar la vida de Cristina. A Cristina la salvó una mano milagrosa, una mano sagrada», afirmó.
El mandatario resaltó la equivocación del imperialismo al creer que destruyendo a Maduro, destruyen a la revolución bolivariana. En ese sentido, expresó que el Grupo de Lima no pudo con Venezuela: «Es un bochorno, una vergüenza, ese grupo que crearon para invadirnos, colonizarnos, tomarnos y entregarnos en bandeja de plata al imperialismo».
Afirmó en la entrevista que la derecha latinoamericana, llena de proyectos antidemocráticos, totalitarios y excluyentes, «se contaminó de intolerancia, de odio y de neofascismo de la derecha venezolana».
Segunda ola «progresista» en la región
“Aquí en Venezuela lo derrotamos varias veces, al fascismo hay que derrotarlo con la verdad, con la fuerza (…) es el reto que tenemos en toda América Latina”, indicó.
Maduro aseguró que en la región se está levantando una segunda ola progresista, porque «el imperio estadounidense y las oligarquías neoliberales no tienen nada que ofrecerle a los pueblos». Resaltó que algo que ha sucedido en los últimos 10 años es la diversificación económica, comercial y geopolítica de América Latina y el Caribe con el mundo, la profunda y estrecha relación con China, la cercana relación con Rusia y con Europa de todo el continente.
«Se han ido rompiendo amarras de dependencias que nos unieron por vía de la dominación de nuestro continente con el imperio norteamericano. El imperio estadounidense va en fase de declinación histórica y ya no tiene nada que ofrecer para el bien de los pueblos latinos y del Caribe, por el contrario, todas sus políticas son retrógradas, han despreciado a los sectores democráticos y a los sectores progresistas de nuestro continente», concluyó.
Finalizó destacando la reactivación de las relaciones con Colombia, Brasil y Honduras. «Yo soy muy optimista sobre el futuro de América Latina», afirmó.
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