El stand by del «proyecto» del gas deja con los «crespos hechos» a varios negociadores venezolanos que ya se frotaban las manos. «Queda mucho por andar en las relaciones entre Colombia y Venezuela», el gas es solo un tema, confiesa Armando Benedetti
A siete meses del restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela, aún queda mucho por andar. Aunque en la lista de temas figuran varios avances, quedan muchos por resolver, como la llegada de un cónsul a Caracas, la regularización de los vuelos comerciales y la importación de gas venezolano, confiesa el embajador neogranadino en nuestro país, Armando Benedetti.
Desde su residencia en Caracas, Benedetti conversó con el diario El Tiempo. Hizo un balance y proyección de las relaciones entre ambas naciones.
«Sin caer en la vanidad, creo que lo que hemos hecho desde el día cero es bastante. Aquí no empezamos de cero, empezamos de menos 10 para llegar a 10. Pero nos faltan los consulados», señala.
Benedetti asegura que Gustavo Petro y Nicolás Maduro mantienen una conversación permanente.
«Se abrieron las fronteras, se inauguró un puente, se hicieron las vías. Creería yo que por primera vez le estamos quitando la frontera a las mafias. Alcanzamos a detectar 200 trochas, de las cuales en 10 pasaban tractomulas», dijo al medio bogotano.
Añadió: «Hay una cooperación judicial muy fluida. Devolvimos Monómeros. Se instalaron las mesas de paz con el ELN aquí. El transporte aéreo todavía me sigue pesando. Tenemos que ponernos de acuerdo Venezuela y Colombia porque le estamos haciendo el favor a Copa y no a nuestras aerolíneas».
Con relación al balance económico, manifestó que hasta finales del año pasado Colombia exportó 36.871.589 dólares, lo que representa 33.639 toneladas de productos.
Desde Venezuela, Colombia importó 5.504.915 dólares, o lo que representa 17.283 toneladas de productos. La mercancía hacia Venezuela se ha realizado a través de 1.587 camiones, mientras que Colombia ha recibido 552 vehículos de carga pesada.
«Venezuela, como era el rico del barrio, siempre negoció mal sus convenios. Ahora está más atenta. Ahora Venezuela está en el plan de producir y está en una economía postpetróleo. Por eso el convenio 28 es muy importante. La vocación de Venezuela es ser productiva, por lo tanto debemos asociarnos, eso es lo que yo he aprendido desde que llegué aquí. Venezuela está cuidando su dinero y por eso la relación con Colombia debe ser paulatina», admitió Benedetti.
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Mucho por andar
—¿Cómo va el tema de las trochas?
—Petro la primera vez que viene llega molesto por eso. Petro ha sido insistente en que hay que buscar una solución para ese tema, eso se va dando, pero falta mucho más.
—¿Por qué ha sido tan difícil?
—Siguen las mafias…
—¿Qué es lo que pasa con el tema del gas y la posible exportación de Venezuela hacia Colombia?
—Aquí hay un oleoducto que se llama Antonio Ricaurte. Eso lo hicieron en 2008. Salía desde el lago de Maracaibo y llega hasta Campo Ballena. Son 85 kilómetros. Parece que eso no está en buen estado, entonces lo que se ha pensado es recuperarlo con empresa estatal, pero Petro dijo que no iba a importar gas y lo dijo de forma tajante. Ahora, me he enterado que hay privados que quieren transportar el gas. Todo el mundo me pregunta por eso, yo no tengo nada que ver con eso, eso es un problema de la ministra de Minas.
—¿Cuáles son los retos para este año?
—A mí lo que más me preocupa es la integración. Para mí lo primordial ahora es que se active la banca de Venezuela y de Colombia, eso es lento. La gente cree que el restablecimiento económico es a través del puente. Hay que «descucutizar» las relaciones comerciales.
—En el tema aéreo, ¿va a ser definitiva la reconexión?
—Lo que pasa es que el gobierno colombiano quiere explotar el mercado con Satena. Entre 2005 y 2020 se movieron más de 1.600.000 pasajeros entre Caracas y Bogotá. Hay que trabajar en eso porque le estamos haciendo el favor a Copa y no a nuestras aerolíneas.
—¿Cómo ve el panorama económico en este año entre ambas naciones?
—Creo que podemos llegar a 2.500 millones de dólares de exportaciones de Colombia. El año pasado estuvimos cerca de los 1.000 millones de dólares, entonces creo que podemos acercarnos a los 2.000 millones de dólares. Creo que esa es la meta, pero más allá de mi optimismo, depende también de los comerciantes que fluya.
—¿Cómo ve el panorama respecto a lo político luego de las elecciones presidenciales de 2024?
—Lo político se va a definir de acuerdo a las mesas de negociación entre el gobierno y la oposición, eso es un punto importante. Uno acá termina confundido porque no existe la oposición, existen las oposiciones, y eso así es muy difícil.
El desarrollo político va a ser de acuerdo a lo que pase en las negociaciones. Creo que el punto a definir primero será ese y el tema de las elecciones es el principal interés de la oposición. Y yo por lo que he visto, el gobierno de Maduro está listo para hacerlo.
—¿Puede Colombia servir como sede para el diálogo entre el gobierno y oposición?
—Sí. Todo lo que dependa de nosotros lo haremos para el buen suceso.
—¿Cuál es la agenda de la Embajada para los próximos meses?
—Tratar que todo siga adelante, que el proceso de paz siga adelante. Pero por ejemplo es difícil avanzar sin un cónsul, para el tema del día a día. En la embajada somos pocos.
—¿Es probable una visita de Nicolás Maduro a Colombia?
—Aún no.
Prioridades de Venezuela no son las de Colombia
Impacto Venezuela pudo conocer que desde la parte de acá son varios los empresarios, «negociadores» y entes públicos y privados los que promueven y apuran lo que sería la exportación de gas hacia Colombia. Pero, por ahora, no es la prioridad del país vecino, que tiene otras expectativas.
Así que estos «negocios» deben esperar. La integración no es solo el aspecto económico, antes incluso deben atenderse temas de carácter no solo social, sino hasta humanitario.
Con información de El Tiempo de Colombia
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