Plantear el conflicto desde una sola perspectiva limita la posibilidad de comprensión holística y desde la mayor amplitud de lo que ocurre. Si bien es cierto, la postura pro-occidental parece casarse con lo que es más aproximado a la lógica o a la realidad, se trata al final de -su realidad- hay otras realidades y allí se enmarca la postura pro-rusa, la cual tiene elementos muy interesantes de análisis, porque, en todo caso, mal podría presentarse a los Estados Unidos, la Unión Europea y la OTÁN como los grandes defensores del mundo, cuando ellos han hecho parte de este conflicto desde hace años.
En tal sentido, traemos dos posturas de análisis desde el punto de vista del razonamiento ruso en la explicación del doctor Vladimir Adrianza; analista internacional del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN) de Venezuela y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la segunda visión compartida de este asunto, la tomamos del analista internacional, productor televisivo, periodista de Política y Mundo, el Lcdo. Manuel Gonzalo Antelíz. Entremos en materia.
En un reportaje publicado por Sputnik, Adrianza explica que, Estados Unidos ha perdido su superioridad y debido al declive de su hegemonía recurre a actos de provocación contra Rusia, en un intento fallido por afectar la defensa de esa nación euroasiática.
Enfrentamiento histórico con provocaciones recurrentes
«Todo lo que ha sucedido es una provocación constante en vista de que Estados Unidos ha venido a menos en su hegemonía mundial (…) (EEUU) había esperado desarrollar una especie de nuevo siglo americano y eso se les ha venido abajo en lo económico y militar, y Estados Unidos siente que ha perdido su superioridad y anda buscando el lado flaco de Rusia en su defensa para golpearlo, pero difícilmente lo va a poder hacer», expresó Adrianza en conversación con esta agencia.
Rusia calificó como un acto desestabilizador la presencia de buques de la Armada de Estados Unidos en el mar Negro.
En junio pasado, un buque y un caza Su-24M rusos realizaron un disparo de advertencia ante un destructor británico tras acusarlo de violar la frontera rusa en el mar Negro.
En ese entonces, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, calificó el incidente «como una burda provocación británica que quebranta las normas internacionales y las leyes rusas».
El analista manifestó que EEUU ha buscado aliados para mantener su hostigamiento contra Rusia.
«Han logrado buscar en los países bálticos, en Ucrania después del Maidán en 2014, los elementos suficientes para acercarse a la frontera rusa y mantener un hostigamiento perenne», señaló, refiriéndose a una serie de manifestaciones que derrocaron al presidente electo prorruso Víktor Yanukóvich.
Además, Adrianza consideró que Rusia ha sido por muchos años el país enemigo de Occidente, por poseer el 37% de los recursos naturales del mundo y las más grandes reservas de minerales.
Adrianza: “Nadie puede desarrollarse más que ellos”
El experto también opinó que el hostigamiento de Washington contra Rusia continuará, así como lo hará con su política de sanciones hacia Nicaragua, Venezuela y Cuba, pues dijo que su objetivo es frenar el desarrollo de cualquiera que rete su hegemonía sobre el orden mundial.
Rusia ha dicho que monitorea la actuación de los navíos estadounidenses en el mar Negro.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, además de la Marina de EEUU en el entrenamiento participaron la aviación táctica, estratégica y de patrullaje, así como contingentes militares de Bulgaria, Georgia, Rumania, Turquía y Ucrania.
Adrianza: “Se juega la supervivencia del mundo unipolar”
Vladimir Adrianza considera que, en el conflicto entre Rusia y Occidente, que tiene hoy como centro de operaciones Ucrania, el mundo se está jugando la supervivencia del «mundo unipolar» liderado por Estados Unidos, Europa y Japón frente a la emergencia de un nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, que tiene en países como Rusia, China o Irán, la vanguardia capaz de frenar las pretensiones hegemónicas occidentales.
«En este momento se está dando una confrontación fundamental en la que el mundo va a decidir si prevalece el orden multipolar que se está formando o se perpetúa el orden unipolar, que significa una suerte de dictadura de Occidente, la cual no es nueva», sostuvo Adrianza en una entrevista exclusiva concedida al periodista Clodovaldo Hernández para su programa Cara a Cara, producción de LaIguana.TV.
El especialista estima que en este punto no es apropiado hablar de «ganadores y perdedores», pues, de una parte, «los acontecimientos están en pleno desarrollo» y de otra, para comprender bien el escenario hace falta remontarse a dos momentos en la historia reciente de Ucrania: la revolución de colores ocurrida a inicios del siglo XXI y luego «el golpe de Estado de Maidán» en 2014.
Solo después de eso, ha de valorarse «el advenimiento de toda esta serie de circunstancias que después de ocho años han causado una decisión que ha sido impulsada por Occidente, puesto que no le dejaron ningún otro espacio a Rusia, a la Rusia de Vladímir Putin para actuar en estas circunstancias».
Adrianza: “Rusia asume su legítimo derecho a la defensa”
A su parecer, si la nación eslava no actuaba, «prácticamente corría el riesgo de desaparecer, no solamente como nación sino como potencia», pues potencias extranjeras –la OTAN– avanzaron de forma importante en el control de los recursos en los territorios de las repúblicas exsoviéticas, que, en su decir, «era el objetivo que tuvo Occidente al ayudar a producir la debacle de la Unión Soviética, al inicio de los años 90».
Tras esto, relató, desde Washington se impulsó por todas las vías, empezando por la industria cultural, el relato del «Nuevo Siglo Americano», con el que se pretendía legitimar la idea de que los Estados Unidos tendrían en un futuro cercano «el control del planeta».
«Eso se ha venido abajo en los últimos 20 años, al punto que hoy en día hemos llegado a la situación que se presenta en Ucrania, donde a través de impulsar a un grupo de neonazis, ellos intentan crear un cisma en lo que antes fue el área de influencia de Rusia, pero más que todo en lo que fueron territorios de la Unión Soviética», aseguró.
OTRO PUNTO DE VISTA QUE RESPALDA ESTA VISIÓN
Manuel Antelíz Torres, egresado de la Universidad Católica “Cecilio Aosta” de Maracaibo, con una vasta experiencia como periodista de la fuente de política, productor del programa El Mundo en Contexto, de Venezolana de Televisión (VTV) y analista internacional nos dibuja este conflicto, también desde sus raíces, ofreciendo unos matices bien interesantes y de los cuales muy poco se habla.
“Rusia tiene razones válidas para iniciar su operación militar fundamentadas en dos posturas importantes de analizar; por un lado, la expansión ambicionada por los países conformados en la OTÁN hacia las fronteras de Rusia, pero específicamente aquellas que pertenecieron a la Unión Soviética”
Antelíz profundiza: “Para el final de la Guerra Fría, cuando Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, firman tratados de paz, de seguridad y estabilidad, antes que ocurriera la disolución de la URSS, ésta le había solicitado a EE.UU. en el marco de esos tratados, que los países que se independizaran del bloque soviético no formaran parte de la OTÁN y eso tenía una lógica importante y era la de que no se fuese a amenazar las fronteras rusas, pero esos tratados se han venido irrespetando en las últimas dos décadas, fundamentalmente después de la Guerra de los Balcanes, por allá por los años 1998-99”.
“Después de la guerra civil –prosigue el analista- y de los ataques de la OTÁN en Yugoslavia y, consecuentemente la fragmentación de Yugoslavia, la OTÁN comenzó progresivamente a expandirse y anexar aliados militares de las ex repúblicas soviéticas y, obviamente, Ucrania, desde más o menos el año 2014, cuando hubo el Golpe de Estado, el poder fue tomado por políticos ucranianos que estaban dispuestos a aliarse directamente con los Estados Unidos, ni siquiera con la Unión Europea, porque esta rebelión del 2014 se denominó el Euromaidan o la ‘libertad europea’, porque el gobierno de Yanukóvich quería mayor alianza con Rusia y no con la U.E y eso trastocaría gravemente los intereses de los EE.UU”.
Un punto del cual se habla poco
“El otro punto que le daría una razón de peso a Rusia para su maniobra militar, tiene que ver con los ruso-parlantes y de eso casi nadie habla –afirma el experto- porque Ucrania, no solo integró la Unión Soviética, sino que también integró el Imperio Ruso, pero es una región que, culturalmente está ceñida a Rusia; en Ucrania hay mucho de Rusia, Ucrania tiene una vasta población con un fuerte arraigo ruso y el quehacer ucraniano tiene muchísimo de la lengua rusa, de la cultura rusa y una vez disuelta la URSS e independizada Ucrania, en ese país quedaron familias enteras de origen ruso; abuelos, tatarabuelos, y eso ha chocado históricamente con el carácter confrontativo de un sector de Ucrania que, en el afán de la independencia, comienza en el 2014 esta persecución anti rusa y progresivamente, los gobiernos que vinieron después, incluyendo al actual de Vladimir Zelinski promovieron leyes y acciones para execrar todo lo que oliera a Rusia de su país, idioma, cultura, formación ideológica, en fin”.
En el epicentro del conflicto
Manuel Antelíz Torres sostiene que en las repúblicas de Donetsk y Luhansk (Donbass) está el real epicentro del conflicto y lo atribuye a lo anteriormente expresado: “En esas repúblicas hubo ataques armados desde esos tiempos en los cuales se promovieron esas leyes anti rusas, cuando esa población también conocida como el Donbass se reveló contra un gobierno en Ucrania considerado de facto, producto de un Golpe de Estado y durante estos últimos ocho años se produjeron esos enfrentamientos en Ucrania, que no solo eran ucranianos, sino que eran mercenarios, milicias y civiles armados con ideologías neonazis”.
Se concluye entonces que, el expansionismo de la OTÁN, contraviniendo aquellos tratados firmados por Reagan y Gorbachov finalizada la Guerra Fría, y la protección a ciudadanos de origen ruso históricamente perseguidos y asesinados por ucranianos de la extrema derecha, maniobra que Putin también realizó en otra ex república soviética, Georgia, en el año 2008, donde tropas rusas entraron a Osetia del Sur para proteger a los ciudadanos rusos, incluso, después de que Rusia toma esos territorios a la fuerza y reconoció esas repúblicas como países independientes, Rusia les otorga la doble nacionalidad para la libre movilidad”.
Antelíz: “Es importante no confundir posturas”
Finalmente, nuestro analista considera valioso señalar las posturas de países que votaron recientemente en el Consejo Federal de la ONU, y sostiene que ninguno de esos países está en contra de Rusia: “Ojo con esto, no se puede confundir posturas, porque no es lo mismo decir, estoy en contra de Rusia a decir no creemos en el conflicto armado como modo de abordar un conflicto binacional o bilateral y esa ha sido la postura de todos estos países que tienen definida una posición no guerrerista”.
“China no está dejando solo a Rusia ni se está aliando a Ucrania, China se ha mantenido en una posición diplomática en donde sostiene que el conflicto armado no es la mejor opción, lo cual no implica que esté del lado de Ucrania; a su vez, China, África, India, y muchos países Latinoamericanos como México, Bolivia, Cuba y hasta el Brasil de Jair Bolsonaro, han rechazado el conflicto armado como forma de abordar el problema, no están declarados en contra de Rusia ni de ningún gobierno, dicho de otro modo, estos países lo que afirman es que Rusia no tiene por qué intervenir con un conflicto armado en una disputa, en un problema que sostiene Ucrania y Donetsk basado todo esto en la autodeterminación de los pueblos”.
Como se aprecia, no se trata solo de ver el conflicto desde las bombas caer y lo que se comenta desde las vísceras, se trata de ver las cosas más allá de la puntita de la nariz e investigar a fondo en la historia para, conociéndola desde la raíz, formarse un criterio de un acontecimiento tan significativo para el mundo entero como este conflicto. Un conflcito que es añejo, que tiene diversos elementos históricos, geográficos, geopolíticos, geoeconómicos, hegemónicos y geoestratégicos con muchos intereses de por medio.
¿Qué se ha ganado y qué se ha perdido en un año?
No se ha ganado nada, ni se ha avanzado en una solución coherente y mundial del asunto. Se han perdido demasiadas vidas, el impacto psicológico y socio económico a escala mundial ha sido grande. Muchos países, principalmente no productores de recursos como el petróleo han tenido que reestructurar sus presupuestos y las condiciones de vida se han encarecido exponencialmente.
Los destrozos físicos, estructurales no tienen límites y el coste que en el ámbito medioambiental le ha aportado la guerra al planeta no tiene espacio de recuperación.
El conflicto ruso-ucraniano, a su vez, ha venido alimentando otros conflictos y abondando terreno para que otras guerras se puedan iniciar. China y Estados Unidos atraviesan una muy tensa relación. Hoy día, podría decirse que la más tensa en décadas y no se sabe cómo podría terminar.
Otros países en conflictos como los del medio oriente, han agudizado sus discursos y los enfrentamientos parecen inminentes. Estados Unidos y la OTAN parecen involucrarse cada vez más contra Rusia y solo se escucha anuncio de sanciones y más sanciones.
La visita de Joe Biden ‘de sorpresa’ a Ucrania atizó la leña y parece que el mundo está en estado de ebullición y solo es cuestión de tiempo para que estalle lo que tanto se ha querido evitar, una Tercera Guerra Mundial.
Los Estados del mundo solo esperan que al final se midan los costos de esta catástrofe y se ponderen las acciones para poder llegar a un punto de encuentro que se cierre con un alto al fuego y la firma de un nuevo tratado de paz ¿Será posible? El mundo en contexto sigue girando.
NAM/Ernesto Ríos Blanco/Reportajes Especiales
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