La estrategia de aumentar el salario mínimo en Venezuela ha sido insuficiente para recuperar la capacidad de compra de los trabajadores, y hasta la fecha, otras alternativas como el pago de bonos en bolívares y en dólares han tenido poco éxito. Los altos índices de inflación y la devaluación constante del bolívar terminan por pulverizar los ingresos, mientras que la política económica del gobierno no ha sido capaz de evitarlo.
Hoy, una propuesta de indexar el salario al dólar, en una economía dolarizada de facto desde hace cuatro años, surge de hasta los propios representantes del oficialismo como una forma de proteger a los trabajadores. Sin embargo, ya esto sucede desde hace dos años, aproximadamente, en varios sectores privados del país, por lo que habría que esperar si el sector público se encuentra en la capacidad de asumir este costo.
La indexación salarial al dólar es un tema que se ha querido llevar a la mesa de reuniones en el Foro Económico Social que se lleva a cabo en el país entre representantes de las centrales de trabajadores, gremios empresariales, el gobierno y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sobre el tema salarial, también existe la expectativa de que se fije en forma tripartita el salario mínimo. Pero, ¿qué implicaciones tendría en la economía venezolana una indexación de las remuneraciones, sería una buena opción? Son preguntas que surgen sobre esta medida.
Analistas laborales y económicos sostienen que aún no es buen momento para ejecutar una medida para indexar el salario, ya que el país requiere resolver sus problemas y eso no sucederá si no se aplica un plan macroeconómico integral. Señalan además, la necesidad de reformar la Ley Orgánica del Trabajo, al considerar que se convirtió en «una camisa de fuerza» para mejorar las remuneraciones.
A juicio de Mary Olga Girán, abogada especialista en derecho laboral, el país adolece de una serie de condiciones para que los trabajadores puedan contar con una indexación del salario. Advierte que una de esas primeras premisas es contar con cifras oficiales sobre la economía del país para que los distintos actores puedan planificar sus presupuestos.
«La indexación del salario debe responder a criterios técnicos basados en una data oficial, que lamentablemente no contamos desde hace muchos años. Cualquier indexación e incluso un alza del salario mínimo tiene que ir a la par al aumento de la producción, porque sino será inflacionario», explicó.
Resaltó Girán que hasta ahora, aquellas empresas que han optado por esta opción o a pagar a sus trabajadores con bonos en efectivo en divisas, lo hacen sin un estudio técnico previo. «Es como al ojo por ciento, es decir, fijan el monto que pueden pagar de acuerdo a sus ventas y a su flujo de caja, lo cual depende completamente del consumo. Pero hay otras variables que deben considerarse».
El economista Hermes Pérez coincide con que es inconveniente indexar el salario para un país como el de Venezuela con los graves problemas de inflación y devaluación que aún tiene. Recalcó que la caída del poder de compra del salario está asociado con el continuo aumento de los precios y servicios, así como del incremento del tipo de cambio tanto oficial como paralelo.
«Dada la crisis enorme que tuvo el país, no consideró conveniente que se indexe de manera directa el salario, lo que creo es que el gobierno sí puede hacer mejoras al salario mínimo. La indexación te pone una regla estricta o rígida que en algún momento puede ser difícil de cumplir. Es preferible una revisión periódica de los sueldos y salarios», afirmó.
Sostuvo Pérez que Venezuela adolece de un programa económico integral que ataque de raíz los grandes desequilibrios macroeconómicos fiscal, monetario, cambiario, financiero y de desigualdad en ingresos, por lo que «cualquier medida en solitario con respecto al salario no resolverá el problema de la baja capacidad de compra de los trabajadores».
Explicó que el problema de inflación crónica que tiene el país desde 2015 es consecuencia en primer lugar del financiamiento excesivo del Banco Central de Venezuela (BCV) al gobierno y que, mientras no se elimine esta práctica «cualquier aumento salarial se convertirá en sal y agua. Esto es una decisión política, mañana el gobierno puede dejar de recibir recursos de manera directa del Banco Central y reducir a cero la inflación a muy corto plazo».
Fuente: quepasa
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo con nuestro grupo de WhatsApp