Los médicos Yi Fan y Hu Weifeng, ambos de 42 años, pasaron varias semanas tratando a enfermos de coronavirus en el hospital central de Wuhan antes de ser diagnosticados como casos positivos de la enfermedad el pasado 18 de enero.
Los dos, compañeros del doctor Li Wenliang, el primero que dio la alarma y que falleció posteriormente el 7 de febrero a causa del virus, sufrieron un cuadro muy grave de la enfermedad y se temió por sus vidas.
Tras pasar varias semanas en coma, al despertarse se dieron cuenta de su piel había oscurecido como la de una persona de raza negra.
Se trata de algo asombroso si se comparan las fotos del antes y el después.
Entre las posibles razones que se dan para explicar este fenómeno se habla de los efectos de la cloroquina, un medicamento que se administra para recuperar a los enfermos del virus. Otra posible causa son los desequilibrios hormonales por el modo en el que el virus afecta a las funciones del hígado.
Ambas razones sirven para pronosticar que en el futuro, cuando mejore su salud y se reestablezcan sus funciones hepáticas, el color de su piel volverá a la normalidad.
El cardiólogo Yi enfermó el 18 de enero y pasó 39 días intubado a un respirador artificial que le mantuvo con vida pese a su delicado estado de salud. Hu, urólogo, lleva 99 días postrado en una cama y aún se encuentra débil y recuperándose sin poder caminar.
La hiperpigmentación de la piel se puede explicar, al menos desde el punto de vista general, sin tener en cuenta el estudio particular de ambos casos, a la cloroquina, entre cuyos efectos adversos se encuentra el de poder alterar la coloración de la piel ( por un aumento en el depósito de melanina epidérmica y hemosiderina en la dermis) y que suele ser reversible con el tiempo y cuando desaparecen los residuos en el organismo.
Por otro lado, uno de los efectos visibles que muestran un daño o afección hepática es la ictericia o coloración amarillenta de la piel y mucosas debida a un aumento de la bilirrubina que se acumula en los tejidos.
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