El complejo hotelero español La Cigüeña acogía reuniones de empresa, bodas y estancias de ocio. Pero ahora hospeda gratis a 70 inmigrantes, mayoritariamente venezolanos solicitantes de asilo y otros latinoamericanos, que encontraron así un hogar durante el estado de alarma declarado a causa de la epidemia de coronavirus.
Los bungalós de madera de sus instalaciones en la localidad de Arganda del Rey, en el sureste de la región de Madrid, estaban destinados a vaciarse, debido al confinamiento de la población ordenado por el Gobierno español el 14 de marzo.
Sin embargo, sus propietarios decidieron abrir las puertas a quienes no tuvieran donde vivir.
Y fue al día siguiente cuando los nuevos huéspedes llegaron a estas cabañas de madera, que tienen alrededor de 50 metros cuadrados y disponen de baño privado, camas, sofás, calefacción y aire acondicionado, televisión e incluso Wi-fi, lo que les permite estar conectados con sus familiares y conocidos.
También toman tres comidas al día en el comedor del complejo, al que acuden en turnos de 15 personas y respetando la distancia de seguridad entre ellas para evitar el contagio.
«Porque aquí dentro se cumplen todas las reglas del confinamiento, igual que en todo el país», asegura a Efe Miguel Ángel Carnero, uno de los dos propietarios de La Cigüeña.
EFE