El Presidente de la Comisión Especial para la Atención Integral de los Comerciantes Formales e Informales de la Alcaldía de Maracaibo, Saúl Castellano, en conversación con Versión Final negó que el operativo haya sido “arbitrario”
El conflicto entre los trabajadores informales del Centro de Maracaibo y las autoridades municipales se recrudece, producto del operativo de recuperación de espacios públicos ejecutado por la Alcaldía de Maracaibo y que impiden que estos vuelvan a instalarse en las aceras.
Son múltiples las denuncias de comerciantes que aseguran no haber sido notificados de la orden de desalojo que inició este domingo 1 de enero. Ante esto, el Presidente de la Comisión Especial para la Atención Integral de los Comerciantes Formales e Informales de la Alcaldía de Maracaibo, Saúl Castellano, en conversación con Versión Final, negó que el operativo haya sido “arbitrario”.
La recuperación de los espacios públicos se viene haciendo todos los 1 de enero, desde hace varios años”, comienza Castellanos. “En esta ocasión, sí les notificamos mediante un comunicado y posterior reunión con los distintos voceros del Casco central”.
Castellanos asegura que el pasado 28 de diciembre los comerciantes de la zona ya habían sido advertidos en su totalidad. De hecho, alega que algunos firmaron un acuerdo.
“La notificación fue que el 31 de diciembre de 2022 tenían que desalojar sus enceres. También le hicimos llegar la información a los trabajadores 300 de las Torres petroleras, quienes sí asumieron su compromiso de retirarse”, explica el funcionario.
«Hicimos los mismo en el sector Los Plataneros, unos dos 247 buhoneros censados que cumplieron con la orden», añade.
Al día siguiente, la orden llegaría a la Policía Municipal de Maracaibo (Polimaracaibo), en una asamblea, donde también asistieron algunos representantes de los comerciantes, según Castellanos.
El 31 tenían que desarmar sus tarantines porque el 1, 2 o 3 de enero íbamos a recuperar los espacios públicos”, espeta el funcionario.
Solo unos rezagados
“Nosotros no tenemos intención de hacerle daño a los comerciantes, queremos ayudarlos, pero tienen que cumplir las normas” explica.
De los dos mil trabajadores que hacen vida en el casco central, aproximadamente el 90 % acató la orden de retirar los tarantines y mesas de trabajo, solo algunos rezagados no cumplieron”, zanjó.
Mientras tanto, los ciudadanos afectados por lo sucedido esperan una pronta solución a la situación para poder volver a trabajar en lo que aseguran llevan muchos años haciendo.
Fuente: versionfinal
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