Kingsley Coman ingresó en el segundo tiempo de la final entre Argentina y Francia y fue el encargado de patear el segundo penal de su equipo en la tanda.
Mismo que penal que fue atajado por el arquero argentino Emiliano Dibu Martínez.
Tras la derrota, hinchas franceses lo atacaron en sus redes sociales con insultos racistas.
Luego de que Kylian Mbappé marcara su penal, Coman ejecutó el segundo tiro para los Galos.
A partir de esta situación, en la cuenta de Instagram del delantero, hinchas franceses empezaron a darle responsabilidad de la derrota.
Siendo víctima de ataques principalmente de forma racista y exigiéndole que deje la selección.
Ante estos actos de racismo el Bayern Munchen, club en el que milita el francés se pronunció a favor del jugador para darle su total respaldo.
Su remate fue bloqueado por el arquero argentino, lo que le permitió a la Albiceleste ponerse en ventaja en la serie.
NAM/Líder
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