El Observatorio Venezolano de Violencia seccional Táchira hizo un estudio que revela una situación lamentable en la entidad y es el incremento de delitos perpetrados por mujeres contra su propio género, debido, en parte a necesidades económicas y carencias de todo tipo
“Conforme aumenta la violencia en la mujer, múltiples serán las consecuencias y variaciones como ésta pueda responder, incluso hasta convertirse en victimaria”.
Esta es una de las conclusiones del foro “Mujeres victimarias y víctimas”, desigualdad social y violencia en Venezuela, que se realizó en las instalaciones de la Universidad Católica del Táchira, ubicada en san Cristóbal.
El evento estuvo organizado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) y contó con la presencia de más de cien personas, entre estudiantes, periodistas, fiscales y expertos en materia de violencia de género, reseña una nota de prensa.
El coordinador del OVV Táchira, Yensy Meneses y la investigadora Ximena Biaginni, expusieron el resultado de una muestra basada en entrevistas realizadas a mujeres privadas de libertad en la entidad, inmersas en distintas tipologías de delito, entre ellos homicidio, abuso sexual infantil y posesión de sustancias ilícitas.
Además se contó con la participación en la muestra, de dos grupos focales compuestos por efectivos de cuerpos policiales y fiscales expertos en materia de violencia de género.
Yensy Meneses aseguró que “son muchos los factores que determinan la urgencia de hacer visible lo que sucede con la presencia de violencia a grandes rasgos en la vida de una mujer. Las transforma y empodera partiendo de la necesidad de despertar alertas tempranas sobre lo que sucede en su entorno”.
Mujeres víctimas de mujeres
Esta realidad se ha convertido en una modalidad de violencia, sobre todo en el eje fronterizo donde se producen constantes agresiones entre mujeres que terminan siendo víctimas y victimarias de tales hechos.
Además algunas se han visto involucradas en explotación sexual de otras mujeres e incitación al transporte de sustancias ilícitas.
A juicio del equipo investigador, las mujeres incurren en tales delitos motivadas por la necesidad económica al ser en muchos casos madres solteras y sostén de hogares, por lo tanto «buscan alternativas de supervivencia sin tener que estar sujetas a un hombre para su sustento las impulsa a realizar cualquier tipo de actividad y no importa que se incurra en algún hecho delictivo».
Casos de mujeres victimarias
Según los hallazgos de la investigación, la mujer que ejerce algún tipo de violencia en contra del hombre busca resguardarse tras el amparo y empoderamiento legal de los derechos de las mismas, para buscar justificar sus actos de violencia.
“La mujer al sentirse es un status de supra protección ha logrado denunciar hombres por motivos económicos y sociales, logrando hacer efectivas estafas y sobornos a algunos hombres”, explica Meneses.
«La violencia doméstica de la mujer hacia el hombre ha llegado a ser incluso superior, pero es desconocida e invisibilizada, sobre todo por hábitos culturales de una sociedad machista que no está interesada en divulgar tal fenómeno».», señala el estudio.
Además, «no se equipara con la provocada por un hombre hacia una mujer, pues es mucho más proporcional de él hacia ella», agrega.
El rol de la mujer como víctima ha cambiado
Por otro lado, el estudio señala que «la intensa búsqueda por la igualdad de género, ha dejado consecuencias donde algunas mujeres se han visto inmersas en un entorno nada parecido a su cotidianidad. Agresiones, homicidios, riñas, abuso sexual infantil es parte del perfil que recrean en muchas oportunidades, producto de antecedentes familiares o circunstancias personales, marcados por patrones de violencia y abuso, que pretenden seguir repitiendo».
Los especialistas consideran que «la violencia femenina y la incursión de mujeres en delitos no violentos en Táchira, son fenómenos crecientes en cifras que requieren atención».
La evidencia más crítica de este fenómeno se hizo presente durante «el confinamiento forzoso durante la pandemia, un detonante que generó enfrentamientos en el hogar entre los familiares».
Durante este lapso «aumentaron a más del doble los casos procesados en los tribunales de violencia contra la mujer, en los que, por sorpresa, aunque las mujeres se denunciaban como víctimas, todo obedecían a un problema económico».
La investigación puso en relieve que «la vulnerabilidad femenina está disminuyendo y emerge una nueva vulnerabilidad masculina, basada ya no en diferencias biológicas, físicas o sociales, sino más bien políticas y jurídicas, al impulsarse un empoderamiento desmedido y desequilibrado».
Desde el OVV Táchira se cree que las acciones tomadas desde el Estado Venezolano están procurando la integración de la perspectiva de género, más no la contribución a la verdadera igualdad de género que garantice que los problemas, experiencias, necesidades prácticas e intereses de mujeres y hombres, sean tenidos en cuenta equitativamente.
Fuente: impactovenezuela
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