Tras la realización de la pieza en Maracaibo, Olivares se acerca a las 800 mil tapas recicladas con los murales que ha hecho hasta la fecha, entre ellos uno en El Hatillo, en Guatire y el recubrimiento de una escuela en Tulum, México
Entre un grupo de personas que pega tapas en el mural de El Milagro, se ve a un joven con lentes, una gorra de La Chinita y con una posición contemplativa. Se trata del propio autor de la obra, Oscar Olivares.
El caraqueño observa el resultado de su tercer mural ecológico en Venezuela, una pieza que fue lograda en menos de 10 días y que superó el tamaño que se tenía previsto. Ahora abarca más de 30 metros.
La zulianidad es el estandarte que el artista plasmó en este diseño que impactará a todo el que visite la entrada de la Vereda del Lago. Sobre su elaboración, Olivares dijo a Versión Final que en sí, «todos los murales son una enseñanza de trabajo en equipo».
«Esta creación me enseñó la voluntad de las personas de querer compartir y de cómo estos murales tienen una importancia educativa muy poderosa», refirió.
El exfutbolista, que también se dedica a la ilustración y las artes digitales, enfatizó que, aunque el trabajo final se ve imponente y con buen acabado, debió reinventarse y pensar muy rápido para alcanzar su culminación.
«Hubo colores que se acabaron y en muy pocos minutos tuve que repensar todo el diseño, ya que estaban los trabajadores bajo el sol», detalló.
También auguró la idea de volver al Zulia y regalarle a los ciudadanos otras de sus obras. «Me encantaría. Siento que este mural (El Milagro) tiene como protagonista a toda la cultura zuliana. Sería interesante otro con total libertad creativa, donde pueda dar mi aporte a Maracaibo. Pensar en algo más loco», comentó.
Tras la realización de la pieza en Maracaibo, Olivares se acerca a las 800 mil tapas recicladas con los murales que ha hecho hasta la fecha, entre ellos uno en El Hatillo, en Guatire y el recubrimiento de una escuela en Tulum, México.
«En 2023 vamos a superar el millón de tapas con los proyectos que tenemos confirmados», detalló, al tiempo que reveló que el próximo año iniciará con obra en un colegio en Caracas y una zona de la costa venezolana.
«Me gustaría llevar muchas obras a distintos estados del país. Hasta ahora, en 2023 iremos a seis entidades de Venezuela (…) En cinco o seis años ya se logrará llegar a toda la nación, pero la idea es también llegar a otras partes del mundo», dijo.
Señaló que desea trabajar con otros materiales porque «las tapas solo serán el inicio de cosas más grandes».
Aunque ya su labor es conocida en el mundo, Olivares consideró que falta sentido de pertenencia y conciencia en el ciudadano.
«Estamos teniendo mucho apoyo de parte de la prensa y muchas personas, sin embargo, sucede muchísimo que a través de las redes sociales no deja de ser interesante cuando un venezolano hace algo mal, quizá por el mismo morbo se hace viral», añadió.
Subrayó que hace falta entender que los venezolanos no solo se deben representar por lo que se hace mal, sino que se debe comprender «que todos somos capaces de hacer un buen trabajo».
Olivares además aplaudió que otros artistas del país busquen llevar la misma corriente ecológica que él impulsa. «Eso ayuda al planeta Tierra porque es más plástico que no va a los océanos. Esto ya es un movimiento artístico que tiene su base en Venezuela», puntualizó.
El joven de 26 años instó a sus colegas a que si utilizan la técnica de las tapas, no dejen de hacer algo diferente o único para que «no se pierda la autenticidad».
Dentro de su propósito también está el ayudar y guiar a los talentos nuevos. Por eso, tiene la Academia Olivares para formar a las nuevas generaciones.
Esta institución es 100 % online y recibe a estudiantes desde los 9 años.»Tenemos cursos cortos como un programa de un año y enseñamos a los estudiantes a cómo generar ingresos con el arte», señaló.
Actualmente, cuentan con un programa de becas que es para jóvenes de 12 a 22 años en Venezuela. Toda la información está suministrada en academiaolivares.com
Olivares aprendió de las artes de manera autodidacta. Egresó de la Universidad Simón Rodríguez como licenciado en pedagogía alternativa para las artes digitales. Su primer dibujo lo hizo en 2011, del Caracas Fútbol Club, y en 2012 creó un diseño para la Vinotinto, desde entonces vio el arte como una manera de expresarse y también le fue rentable para vivir.
Fuente: versionfinal
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