Si resulta inviable realizar un juego con público en algún parque de béisbol por el brote del nuevo coronavirus, las Grandes Ligas optarían preferentemente por mudar ese encuentro de sede, al estadio del club visitante, siempre y cuando ello sea posible.
La información fue proporcionada a The Associated Press por una persona cercana a las deliberaciones sobre el tema, quien solicitó permanecer en el anonimato, en vista de que no se ha tomado todavía decisión alguna.
Las Grandes Ligas prevén que la temporada inicie el 26 de marzo. Entre los encuentros contemplados para la jornada inaugural figura el de Texas en Seattle. La zona donde se ubica esa última ciudad ha sido afectada particularmente por el virus.
La oficina de las mayores espera que funcionarios gubernamentales decidan si resulta seguro jugar con fanáticos presentes en cada ciudad. En caso de que resulten necesarios algunos cambios en el calendario, la misma oficina determinaría en su momento si descarta cierto parque.
“Espero que esto no derive en que nos perdamos juegos o apretemos el calendario por juegos pospuestos”, comentó Chris Davis, primera base de los Orioles de Baltimore.
Las Grandes Ligas preferirían jugar con fanáticos y no a puerta cerrada, dijo la persona cercana a las deliberaciones. A los peloteros y a los managers les desagradaría jugar en estadios vacíos, carentes de la energía que aporta el público.
“No sería lo mismo, de verdad no”, dijo Dave Martínez, el manager boricua de los Nacionales de Washington, campeones de la última Serie Mundial.
Robinson Chirinos, cátcher venezolano de los Rangers, dijo el martes que estaba “un poco preocupado” por el viaje para enfrentar a los Marineros. El área de Seattle lidia con el brote más mortífero de COVID-19 en el país.
“Sé que la temporada comienza en Seattle, y sabemos cómo está Seattle ahora”, dijo Chirinos. “Faltan dos semanas para eso, así que pienso que vamos a oír algunas noticias cuando nos acerquemos al día inaugural”.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca sólo síntomas moderados, como fiebre o tos. Pero para algunas personas, principalmente los ancianos y gente con otros problemas de salud, el padecimiento puede causar un cuadro más severo, incluyendo neumonía.
Además, buena parte de quienes contraen el virus se recuperan.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la gente con este padecimiento manifestado en forma leve se recupera en un par de semanas. Aquéllos con síntomas más graves pueden tardar de tres a seis semanas en alcanzar el pleno restablecimiento.
AP