Los vecinos de la calle 92-A, conocida como Vega, de la parroquia Bolívar de Maracaibo, denunciaron que desde hace unos tres meses 17 familias se ven afectadas por el bote de aguas blancas.
“La Alcaldía de Maracaibo vino a solucionar el problema, cambió la tubería pero la calle sigue hecha un desastre porque quedaron muchos botes de aguas blancas y se pierden miles de litros de este líquido tan preciado”, manifestó Antonio Clavel, quien habita en la zona desde hace más de 50 años.
El maracaibero enfatizó que la calle tenía su asfaltado, pero presentaba un problema de aguas negras en la cloaca principal. “De tanto quejarnos, la Alcaldía vino con bombos y platillos supuestamente a cambiar la tubería, cavaron, hicieron la zanja, pusieron la tubería. Lo hicieron con las uñas, hasta pedían seguetas para cortar los tubos”, refirió.
El zuliano dijo que los trabajadores del ayuntamiento maracaibero “usaban el sistema a lo indio”. “Ponían el codo presentado con un hueco y lo sellaban con papel o cemento por fuera. Esto ha sido un desastre total”, detalló.
Clavel denunció que en la reparación “cortaron los tubos de aguas blancas, que son de cobre, y se los llevaron”. “Obviamente lo hicieron para venderlos como chatarra”, agregó.
Según el hombre, la mala reparación que hicieron originó la ruptura de la tubería. “Cuando echaron el relleno después de realizado el trabajo, pasaron las máquinas y pisaron los tubos”.
Por su parte, Diana Sarcos, señaló que es la más afectada. Por el rompimiento del tubo, no le llega agua a su casa.
“Me siento muy mal. Cada vez que arreglan la tubería a mí me dejan sin agua. Tres veces me han roto la conexión. La Alcaldía vino acá a entorpecer la calle y hacer caso omiso a nuestras exigencias”, sentenció la ciudadana que habita desde hace 22 años en esta vialidad situada a una cuadra de la avenida Padilla.
Sarcos culpó al ingeniero Javier Gotera de no dar soluciones a sus exigencias y necesidades. “Él tenía la responsabilidad de arreglar la calle. Es un grosero. Siempre he dicho que el que no sirve para servir, no sirve para la vida. Así de fácil”, puntualizó.
La propagación de enfermedades y mosquitos, así como la caída de algunas personas por las condiciones de la calle, son otras de las situaciones que los vecinos han tenido que enfrentar.
“Los niños no tienen una calle digna donde jugar. El polvo nos tiene mal y cuando llueve es casi imposible salir. Acá viven muchas personas discapacitadas y de la tercera edad, se han caído por el barro”, comentó Yeni Mena.
Estos maracaiberos exigen a las autoridades correspondientes una verdadera solución a las condiciones de la calle y esperan que los trabajos que realicen sean de calidad.
Fuente: versionfinal
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