Aunque parezca algo muy lejano, lo cierto es que la conexión a Internet se volvió inalámbrica no hace muchos años. Si no perteneces a la generación Z, es decir, si eres _millennial o perteneciente a otra etapa anterior, habrás podido comprobar cómo el acceso a la red se hacía mediante cable. Además, ¿te acuerdas de que no era posible usar el teléfono fijo mientras se estaba usando Internet? Como ves, este tipo de cosas evolucionaron para hacer mucho más fácil la navegación. En el día de hoy no nos planteamos estas cosas gracias al sistema Wi-Fi.
Ahora bien, ¿hemos alcanzado el summum en este ámbito de la tecnología? Lo cierto es que no. Estate muy atento/a porque es posible que el término Li-Fi comience a sonarte muy pronto. Esta nueva innovación viene pisando fuerte en el mercado y es que lo cierto es que es capaz de transferir datos a una velocidad muy superior que la red inalámbrica actual. Su principal diferencial respecto a los métodos convencionales es que funciona con ondas de luz. Se trata de una propuesta con un gran potencial en el mercado.
Veamos, por tanto, cuáles son las principales características de este tipo de productos, cuál es su clave que lo diferencia respecto a la tecnología Wi-Fi que todos conocemos en la actualidad y, por supuesto, hasta qué punto estamos ante una solución con una gran capacidad para convertirse en una opción interesante para disponer en los hogares en el medio y largo plazo. He aquí las claves de esta nueva propuesta para conectarse a Internet y navegar mucho más rápido.
Li-Fi, la red inalámbrica 100 veces más rápida que el Wi-Fi convencional
La clave para entender esta nueva tecnología radica en la disposición de una bombilla tipo LED. Esta propuesta es capaz de enviar señales luminosas que, curiosamente, son imperceptibles para el ojo humano. Esta especie de pulsos de luz llaman la atención, principalmente, por incorporar una serie de códigos, los cuales son leídos en tiempo real por receptores situados a una determinada distancia. Se trata de una opción muy interesante que permite disfrutar de un traslado de información muy rápido entre 2 puntos.
Posiblemente, al leer todo lo anterior, te haya venido a la mente el sistema de codificación Morse convencional, ¿verdad? Lo cierto es que se utiliza un método que se parece bastante al estandarizado en la primera mitad del siglo XX. Esta opción, no obstante, destaca por ofrecer una luz especial tipo LED, algo que choca completamente con el sistema Wi-Fi, el cual envía ondas de radio de forma continuada. Gracias a la disposición de esta herramienta, se consigue disfrutar de un producto revolucionario y con un gran potencial comercial.
Una de las principales ventajas de esta propuesta es que, al contrario que con el uso de ondas de radio, la tecnología Lí-Fi es posible utilizarla en lugares críticos, tales como áreas susceptibles a la interferencia electromagnética, quirófanos de hospitales, cabinas de aviones y a determinadas profundidades del mar. Se trata, por tanto, de una solución que puede tener un gran potencial a nivel de aplicaciones prácticas.
Ahora bien, ¿cuál es el principal ‘pero’ de esta tecnología? La presencia de una conexión visual entre el emisor y el receptor. Debido a que las ondas son de luz, no es posible disfrutar de este tipo de conexión en estancias diferentes debido a las paredes. Esto dificultará mucho su expansión, ya que se requerirá que entre ambos agentes haya una distancia de menos de 10 metros. Esto choca directamente con la propuesta que nos ofrece la alternativa Wi-Fi, cuya principal diferenciación radica en la posibilidad de estar, de acuerdo con Trusted Reviews, a una distancia de hasta 32 metros.
Con información de Mundo Deportivo – 800noticias
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