Venezuela despide al arquitecto de las cosas más sencillas
Este martes, a sus 94 años de edad, falleció el reconocido arquitecto venezolano José Fructoso Vivas Vivas, Fruto Vivas.
Conocido por sus ideales revolucionarios y su capacidad sin límites para crear, Fruto Vivas, el arquitecto de las cosas más sencillas, nació el 21 de enero de 1928, en la curva del Callejón del Verde, municipio Jáuregui del estado Táchira. Se graduó de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela en 1956, logrando una prolífica trayectoria profesional, que lo llevó a ser reconocido nacional e internacionalmente.
En 1955 trabajó con el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer para el Museo de Arte Moderno de Caracas y junto al español Eduardo Torroja, diseña el Club Táchira.
En 1987 obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura, y en el año 2000 se le otorgó el Premio Nacional del Hábitat.
Además de su trayectoria como arquitecto, destacó como docente universitario, siendo Profesor Honorario de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de los Andes (Mérida), la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (Barquisimeto), la Universidad Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana), la de Veracruz (México) y la de Cuzco (Perú).
Entre sus obras destacan La Flor de Venezuela, y La Flor de los cuatro elementos, edificada en el Mausoleo del Comandante Hugo Chávez, en el Cuartel de la Montaña, en Caracas.
En 1993 propuso «el árbol de la vida«, proyecto de vivienda multifamiliar el cual, en lugar de edificios verticales, plantea construirbloques horizontales de 3 pisos, con corredores intermedios que se cruzan a distintas alturas, conectadas con los sistemas de circulación vertical.
La Flor de Venezuela
Fruto Vivas construyó el polémico Pabellón de Venezuela para la Exposición Universal de Hannover 2000. El proyecto resultó del agrado de los visitantes, siendo luego del Pabellón de Alemania, el segundo más visitado.
La estructura se caracterizó por su forma de flor, la ligereza de la estructura de acero y vidrio y la movilidad de su cubierta. En cuanto al contenido de la exposición, estuvo basado en la sociedad, tecnología y biodiversidad del país.
En el año 2008 se instaló en Barquisimeto, estado Lara, una réplica de ese pabellón. Una flor sobredimensional que sobresale del edificio, cuyos pétalos de 18 metros se abren y cierran según el estado del tiempo.
El gobierno, bajo la presidencia del comandante Hugo Chávez, fue el responsable de las gestiones de instalación de la magnífica estructura artística y de innovación científica nacional, seis años después de su estreno en Alemania.
Fue también Chávez quien decidió regalar la Flor de Venezuela a la entidad larense, como ícono cultural, turístico y recreativo, según se puede leer en los considerandos de la Gaceta Oficial número 40.197 firmada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, el 27 de junio de 2013, que también declara la obra como Patrimonio Arquitectónico Tangible de la nación.
La Flor de los cuatro elementos
También es de su autoría la obra Flor de los cuatro elementos, ubicada en el Mausoleo del Comandante, Hugo Chávez, en el Cuartel de la Montaña. Ésta representa el fuego, el viento, la tierra y el agua. Fue levantada sobre un estanque de agua, expandiéndose en pétalos verdes, rosados y grises como símbolo del florecer de los ideales de la nueva patria y América.
La prolífica trayectoria del arquitecto Fruto Vivas incluye entre muchas otras obras: la iglesia del Santo Redentor, en San Cristóbal; el Hotel Moruco en Mérida; la iglesia de Santa Rosa, en Valencia; la iglesia de la urbanización de Zapara, Maracaibo; el Hotel La Cumbre, ubicado en Ciudad Bolívar y el proyecto para la sede de la ONG Vidas Recicladas en Santos, Brasil.
NAM/UN
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