Francisco ha desmentido en varias ocasiones, sobre todo después de los insistentes rumores sobre una posible renuncia, que haya pensado en la posibilidad de dejar el cargo, pero también ha dejado claro que es una de las opciones de futuro siguiendo el ejemplo del papa Benedicto XVI, que renunció al pontificado en febrero de 2013, al asegurar que le faltaban las fuerzas
El papa Francisco abrió a finales de julio «la puerta” a su posible renuncia al pontificado, aunque admitió que no sería «una catástrofe» y que aún no ha pensado en esa relevante decisión.
Sus limitaciones físicas, debido a que tiene que moverse en una silla de ruedas por un problema en la rodilla, serían unas de las principales causas que podrían llevar al argentino a renunciar al papado. Hecho que lo convertiría en el segundo pontífice en tomar esa decisión, tras la retirada de Benedicto XVI en 2013.
El Papa reveló en enero que sufre una inflamación del ligamento de la rodilla que limita sus movimientos y que le produce dolor cuando realiza mínimos desplazamientos como caminar o subir y bajar escaleras.
Sobre esta posibilidad, dos sacerdotes zulianos explicaron a Versión Final el proceso que presenciaría nuevamente la Iglesia católica. Entre ellos el presbítero Eduardo Ortigoza, rector en Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica), quien enfatizó que el Código de Derecho Canónico establece que “si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie» (§ 2).
“Simplemente los cardenales deben elegir otro Papa. Está la experiencia reciente del año 2013 cuando Benedito XVI presentó su renuncia y no había necesidad de que nadie se las aceptara porque, como máxima autoridad de la Iglesia, no tiene otra figura a la que esté sometido. Por lo tanto, el Papa formalizó su renuncia ante el Colegio de Cardenales, especialmente para hacerles el conocimiento de que quedaba la sede vacante y ellos se organizaran para continuar con el gobierno de la Iglesia”, agregó el sacerdote.
La renuncia de Francisco “no extrañaría demasiado”
Por su parte, Renzo Gotera, párroco de la Iglesia San Felipe Neri, ubicada en San Francisco, Zulia, dijo que el sentir dentro de la Iglesia es generalizado. “Es posible la renuncia. En caso que ocurra, Benedicto ha marcado el camino, Jorge Mario Bergoglio (papa Francisco) ostentaría el título de obispo emérito de Roma y se iniciaría el proceso de cónclave”, refirió.
“La sorpresa fue la renuncia de Benedicto, no porque no pudiese, sino porque no era lo común en una institución de dos mil años. Abierta la puerta por Benedicto, es perfectamente posible que Francisco lo haga. En lo personal, no me extrañaría demasiado”, agregó el sacerdote zuliano.
Gotera precisó que normalmente los papas llevan su cargo de manera vitalicia. “Hay algunos casos, sobre todo en la edad media, donde algún papa renunció aunque la validez de esas renuncias se cuestiona porque la renuncia debe ser un acto libre y en este tiempo pareciera que fueron coaccionados por presiones de la época”, agregó.
Ambos prelados reiteraron que el antecedente importante y cercano es el de Benedicto XVI. “Se entiende que el Papa renunció como un acto riverimo y no solo libre, sino que meditado y bien pensado procurando lo que creía mejor para la Iglesia”, dijo Gotera.
“La renuncia de Benedicto está iluminada por el testimonio de Juan Pablo II que llevó su pontificado hasta el final no sin un gran sufrimiento por sus enfermedades pero también es inevitable que el timón de la Iglesia sea llevado por un Papa demasiado enfermo o debilitado”, sumó.
En este sentido, Ortigoza, quien también se desempeña como vicario episcopal para la Educación y la Cultura de la Arquidiócesis de Maracaibo, comentó que a raíz de la renuncia de Benedito XVI, hubo un esclarecimiento de la doctrina y una mayor presión de todo lo que tiene que ver con la presencia del Papa.
Gotera subrayó que nadie puede condicionar al Papa para dejar su cargo. Si esto pasara “la renuncia podría ser inválida e ilegítima”.
De acuerdo al párroco, cuando el Papa siente que no tiene la fuerza física, intelectual y la capacidad para gobernar a la Iglesia, no solo tiene el derecho, sino el deber de presentar su denuncia para que “la Santa Sede no se recienta y no sufra lo que sus limitaciones personales e individuales puedan generar”.
Conoce parte del proceso de elección
“Una vez se tenga sede vacante, todo lo que ocurra en la iglesia se rige en un documento que el papa Juan Pablo II emitió llamado Universi Dominici Gregis, donde estableció el proceso para elección del nuevo Pontífice. No existe un margen a la improvisación una vez que este la sede vacante”, describió sobre el proceso de elección.
Ortigoza señaló que entre las normativas internas del Vaticano está que uno de los cardenales de mayor edad, quien ejerce como decano del Colegio Cardenalicio, “asume las riendas de gobierno temporal de la Iglesia para que se mantenga la sucesión y que todo lo concerniente a las decisiones del Papa sean respetadas”. También entra la figura del cardenal camarlengo, ambos elegidos por el pontífice saliente.
Los electores son aquellos que tienen hasta 80 años, quienes tienen capacidad de elegir y ser electos. También los cardenales pueden elegir a un sacerdote que no sea obispo. “Si quien se elige como nuevo Papa es un cardenal que no es obispo debe ser ordenado inmediatamente”, sumó.
“El número máximo de cardenales es de 120 por eso es que cuando el Papa ve que hay muchos sobre la edad, trata de crear nuevos cardenales”, complementó Gotera.
El presbítero, también director de estudios de la Facultad de filosofía y Teología de la Unica, añadió que los cardenales de Roma deben esperar 15 días para que los que están en otros países puedan viajar y celebrar el cónclave. “Este lapso se puede extender hasta los 20 días si una necesidad grave lo amerita”.
“Se realizan dos escrutinios al día, uno en la mañana y otro en la tarde, explicó Gotera, a la vez que detalló que se leen en voz alta los candidatos hasta que se vayan marcando las tendencias.
“No se le puede obligar a ningún cardenal cambiar su voto pero siempre se conversa y ora para lograr un consenso. Ya una vez el candidato alcance dos tercios de los votos y acepte, ya se considera Papa. Cuando las votaciones son muy dilatadas se puede pensar en reducir los candidatos a los dos con mayores votos”, dijo.
Señaló que el Papa una vez que renuncia sigue siendo un obispo y así debe ser tratado y respetado. “Al sacramento del orden no se puede renunciar. Una vez recibido, permanece para siempre como ocurre como un bautizado”.
De dejar Francisco el pontificado y realizarse el cónclave, Venezuela tendría a un elector y también candidato como lo es el cardenal Baltazar Porras.
“Porras, que ya supera los 75 años, es un cardenal que puede elegir o puede ser elegido. Tiene todas las condiciones para participar en el próximo cónclave como todos los cardenales que reúnen las cualidades”, refrió Ortigoza.
“Francisco ha ido desmitificando todo el oficio que él realiza”
El sacerdote resaltó que con la figura de Francisco se ha dado un fenómeno de un mayor acercamiento a la persona y al oficio del ministerio del romano pontífice. “Para los latinoamericanos, escuchar a un papa que habla en nuestra lengua nos hace sentirnos con un papa más cercano”, consideró.
“Francisco ha ido desmitificando todo el oficio que él realiza, especialmente desde el momento de su elección cuando tomó decisiones de no vivir aislado en un apartamento de Vaticano, sino en una casa donde residen otros cardenales, obispos, sacerdotes y empleados de la santa sede”, agregó.
Ortigoza aseguró que el papa Francisco ha dado muestras de un estilo mucho más fresco, cercano y sencillo que lo ha acercado a la gente. “Con las reformas que ha hecho dentro de la curia y la Iglesia lo comprendemos mucho más”, dijo.
“El Papa en su ministerio ha presentado una imagen de la Iglesia de puertas abiertas, una Iglesia que no debe cerrarse sobre sí misma, sino que sale al encuentro de todos y que entra en dialogo con todos. Además que se preocupa por los necesitados y alejados”, acentuó.
El rector de la Unica también destacó que Francisco siempre pide que oren por él “porque necesita del apoyo de Dios y la solidaridad de todos”.
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