En un apartamento del Conjunto Residencial Los Mangos, en Maracay estado Aragua, se cosechó por más de tres décadas una aterradora historia de secuestro y abuso sexual en contra de una mujer llamada Morella, que hoy tiene 49 años -a quien por razones de seguridad se le oculta su apellido-, pero además de ella, otras tres mujeres permanecieron ocultas durante años bajo las amenazas de el gordo.
El hombre detrás de estos cuatro secuestro, fue identificado como Mathías «El Gordo» Salazar de 56 años, quien ha sido tildado por organización de defensas a la mujer como «El Monstruo de Aragua», mantuvo en un apartamento a Morella; en la Torre B del mismo conjunto, Mathías vivía con una mujer a la que secuestró por 23 años, que durante el cautiverio quedó embarazada de una niña, que actualmente tiene 20 años y a quien privó también de libertad.
La joven, tercera víctima del “gordo Mathías”, fue al colegio porque su papá la buscaba y llevaba. No la dejaba tener amistades ni salir de su casa y lo describió como un hombre agresivo. Actualmente, la joven es estudiante universitaria.
También estuvo privada de libertad su esposa, quien por 32 años permaneció en la casa materna de Mathías, en el sector Las Mayas. Era custodiada por su mamá y se investiga si ésta le suministró alguna sustancia psicotrópica.
UN VIOLADOR DESPIADADO Y DESCARADO
La «olla» de los crímenes de el gordo Mathías explotó tras el escape de Morella, que huyó del departamento donde no podía ver la luz ni asomarse a la ventana. Solo escuchaba la radio y veía canales de televisión regionales y cuando se ocultaba el sol, quedaba en total oscuridad.
Su raptor solo la visitaba para abusar de ella sexual y físicamente y darle de comer un menú que en todo ese tiempo no varió: arroz, huevos o lentejas; si no accedía a tener sexo con él, la privaba de agua o alimentos.
El 24 de enero de 2020 Morella, de 49 años, se percató de unas llaves olvidadas dentro del apartamento mientras Mathías no estaba. Probó en la cerradura y, a diferencia de las oportunidades anteriores, estas sí abrieron. Escapó.
Morella caminó durante dos horas. Su ruta, aunque desconocida, era muy clara: el Instituto de La Mujer del estado Aragua. En una de las tantas veces que pasó el día escuchando radio prestó atención a un programa de violencia contra la mujer y grabó en su mente el nombre de esa institución. Al llegar al lugar, algunos funcionarios no le creyeron la historia que parecía sacada de una película de horror, sin embargo, una funcionaria la escuchó atentamente y le colaboró y la llevó hasta el Ministerio Público.
Mathías acudió a la fiscalía a denunciar que supuestamente habían secuestrado a su “esposa”. Al retirarse se encontró con Morella y se acercó a amenazarla: “¡Cuidado con lo que dices!”.
Morella gritó por ayuda y el hombre de 56 años fue detenido. Actualmente, está en la cárcel de Alayón, luego de que le dictaran medida privativa de libertad. En 45 días esperan la audiencia preliminar.
Al “gordo Mathías” le imputaron los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual, inducción al suicidio y violencia psicológica. Los exámenes practicados a la víctima, por orden de la fiscalía, confirmaron lo anterior.
SUS ABUSOS COMENZARON CUANDO APENAS TENÍA 23 AÑOS
El gordo Mathías secuestró a Morella cuando apenas tenía 23 años. Para ese entonces, su víctima tenía 17 años.
La joven apenas había culminado el bachillerato. Su familia no lo quería porque ya se había mostrado agresivo. Un año después el hombre le propuso irse de Valencia con la excusa de “luchar por su amor”.
Llegaron a un hotel del estado Aragua ya bajo amenazas de muerte. Al poco tiempo la llevó a otro donde permaneció entre seis y ocho meses, pero para no levantar sospechas la trasladó a una vivienda en el barrio La Coromoto y luego a otra en el sector Los Samanes. 18 años los pasó en Los Mangos.
Morella era golpeada y amenazada constantemente, generándole así un severo trauma por el que ella no logró escapar antes, pues hasta temía levantarse. En dos oportunidades él dejó unas llaves, que no eran las del apartamento, y ella intentó abrir la puerta, pero él al regresar se dio cuenta y las golpizas fueron brutales. Ella ya tenía miedo de hacer cualquier cosa y que él la matara.
Su otra segunda víctima la raptó hace 23 años, usó un arma de fuego para someterla. Durante la privación de libertad la mujer quedó embarazada de una niña, que actualmente tiene 20 años.
¿TEMOR O COMPLICIDAD?
Todos en el edificio decían que el gordo Mathías tenía a una mujer escondida en un apartamento, pero nadie se atrevía a decirlo.
En alguna oportunidad, un vecino habló con la policía y los funcionarios acudieron hasta el inmueble donde estaba Morella, pero los traumas psicológicos que le generó su victimario hicieron que la visita de los funcionarios fuera en vano, ya que al llegar al lugar, Morella desmintió los maltratos.
«Cada vez que él escuchaba muchos rumores, que sabía que se estaba hablando, la movía de sitio», dijo un familiar luego de la aparición de Morella.
Tras el escape de Morella, vecinos escribieron en redes sociales las atroces torturas del «el mounstro de Aragua»:
“La golpeaba mucho, la amenazaba, la hizo su esclava sexual».
Para algunos, lo que se vivía dentro del apartamento era una leyenda del edificio, pues muchos nunca habían visto a Morella, sólo conocían al gordo Mathías.