A casi siete meses de la interpelación que le hiciera la Cámara Municipal de Cabimas a la empresa Intercable, ante la gran cantidad de denuncias de usuarios por cobros compulsivos, aumentos desmedidos y mal servicio, el panorama sigue siendo el mismo y las quejas se vuelven reiterativas.
Diferentes sectores de las nueve parroquias que conforman el municipio Cabimas y que tienen contrato con la empresa de Televisión por cable e internet se sienten indefensos ante la falta de control y presión de las autoridades municipales que tienen bajo su responsabilidad vigilar y actuar en caso de abusos contra los usuarios.
Residentes de Las 40, Miraflores, casco central Delicias Viejas y Nueva, Los Laureles, Concordia, Ambrosio, entre otros más, se quejan de la forma arbitraria en la cual la empresa todos los mese aumenta el servicio que no se cumple en un 100%, cuando el municipio sigue siendo golpeado por los racionamientos eléctricos y que los deja por fuera para poder recibir el servicio de TV por cable o internet, sin embargo las facturas llegan completas, es más, hasta con excedentes de consumos extras de megas , lo cual resulta un descaro de la empresa de telecomunicaciones.
Los vecinos organizados, comerciantes y clientes en general de la empresa de telecomunicaciones nuevamente le hacen un llamado a los representantes de la Cámara Municipal y a su presidenta Mapy Chávez para que tome cartas en el asunto actuando apegados a las leyes y de una vez por toda se le ponga frenos a tantos atropellos y se fijen acciones que beneficien a los suscriptores.
Para muchos de los cliente de esta empresa, son días, semanas, meses, quién sabe si años, que pasan sin cable, telefonía ni Internet… y cuando llega lo hace de manera deficiente y sin dejar muchos beneficios.
Llamar al 0-500-Inter es caso perdido, acercarse a una oficina es imposible y ni siquiera tiene la delicadeza de emitir un comunicado oficial a los clientes cuyo servicio brilla por su ausencia.
Eso sí, la plataforma que envía un SMS automático bajo amenaza de corte, funciona perfectamente y los honestos clientes cumplen, con o sin dificultades, con su “deber” de cancelar la cuota exigida a pagar.