El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la relevancia de este líquido esencial. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua.
La idea de celebrar este día internacional se remonta a 1992, año en el que tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro y en la que emanó la propuesta. Ese mismo año, la Asamblea General adoptó la resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, siendo 1993 el primer año de celebración.
Uno de los desafíos más graves ante los que se encuentra el mundo de hoy es la crisis del agua que se avecina, en efecto, en el siglo pasado la demanda mundial de este precioso elemento se multiplicó por más de seis mientras que la población del planeta se triplicó. De no mejorar la gestión de los recursos hídricos y los ecosistemas conexos, en 2025 dos tercios de la humanidad padecerán problemas de penuria de agua grave o moderada.
Por su parte, la Unesco ha desempeñado una función decisiva en la promoción del tema del Día Mundial del Agua, con la creación del Programa Hidrológico Internacional. En 1975, lideró las iniciativas destinadas a proporcionar una base científica que permitiera evaluar los recursos hídricos mundiales y elaborar principios éticos y socioeconómicos por lo que se guiaran las prácticas de ordenación y aprovechamiento de los recursos hídricos, especialmente en las zonas áridas.
Probablemente el agua sea el único recurso natural que atañe a todos los aspectos de la civilización, desde el desarrollo agrícola e industrial hasta los valores culturales y religiosos arraigados en la sociedad. La vida en el planeta comenzó con el agua y ese nexo entre la vida y el agua sigue intacto. De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad la necesidad y la demanda de agua han sido un motor del desarrollo social, económico y cultural. No es exagerado afirmar que si hay una crisis del agua también habrá una crisis del desarrollo.
Periodista Elianis Mosquera
Corresponsal de Somos Noticias Col.
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