El desarrollo social implica entre otros elementos los alcances del capital humano y lo social, midiendo su evolución, sus cambios positivos en las relaciones de grupos, individuos e instituciones.
Su proyecto es alcanzar el bienestar de los ciudadanos, cuando estos gozan de calidad de vida, logrando para ello disfrutar de los servicios públicos, educación, salud así como ingresos promedios que les permitan desarrollar sus planes individuales en sintonía con las políticas públicas de los gobiernos, contando con la participación activa del sector privado.
Los retos de un mundo globalizado tienden a llevar una generación de oportunidades y acá es clave la educación.
El desarrollo social es una condición de un país, que cuente con ciudadanos con acceso a servicios, a una vivienda digna, y con condiciones de bienestar .
Este desarrollo social debe a su vez conducir al desarrollo humano, contando con libertad, democracia, participación y niveles de exclusión reducidos.
Acá es muy importante señalar los aportes del gran investigador Amayta Sen, quien incorpora otros indicadores más allá del PIB, como la esperanza de vida, vida saludable, educación, acceso a servicios, salud.
Estos nuevos indicadores incorporados por Amayta miden el bienestar más allá de lo económico, dando fuerza a lo social, a lo humano, contando para ello con el desarrollo sustentable como parte de sus herramientas principales.
El desarrollo sustentable, busca asegurar las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones.
A partir de estos aportes, se comienza a generar políticas públicas con más énfasis en lo humano, de modo de no ser un hombre económico, sino involucrar la parte humana, su sensibilidad, lo cual comenzó a surgir países con mejores indicadores del desarrollo humano que los tradicionales Países de mayor peso en la actividad productiva.
Es relevante abrir mayor oportunidades a la gente para que tengan acceso a un buen sistema educativo, está se convierta en ventana para lograr espacios, representando el desarrollo de habilidades, con conocimiento, lo que convierte a las personas en innovadores al servicio de los planes estratégico de sus países, garantizándole bienestar y alejándolos del subdesarrollo.
Es bueno recordar el origen de la palabra desarrollo, que proviene más del aporte de ciencias naturales que miden la evolución de las personas desde el punto de vista biológico, es decir, su crecimiento, su desarrollo físico-mental, lo que llevo al aporte de las ciencias sociales que analizan y explican el papel del hombre sobre la tierra, y acá se hacen planteamientos como metas, conductas, conocimiento e innovación.
El desarrollo económico por si mismo no va a generar un ser más humano, al contrario profundizó diferencias entre quienes ostentan más ingresos que una mayoría que no los tenía.
Por ello el desarrollo social enfocado en lo humano permite generar más y mejores oportunidades siempre y cuando los gobiernos lo tengan dentro de sus estrategias.
D.R. José Gregorio Figueroa.
[email protected].
