Al peor estilo de «Jalisco» un sepulturero, de 64 años pagó con su vida el enojo de un líder negativo cuando éste se enteró de que el sepulturero le hizo un trabajo en el cementerio Concepción, en La Cañada de Urdaneta al líder de la banda enemiga y por ese hecho, el enojado le mandó a dar diez plomazos.
La Unidad de investigaciones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) investiga la muerte por encargo, y tratan de confirmar si el móvil sería precisamente la venganza. El hecho se registró a mediodía de ayer, domingo, 28 del mes y año en curso. La víctima fue identificada como Candelario José Graterol, de 64 años, cariñosamente apodado “El Gocho”, quien ejercía la función de sepulturero del cementerio ut supra.
Justo cuando se encontraba en compañía de varios de sus parientes, dos sujetos que tripulaban una moto lo sorprendieron y uno de estos le disparó en diez oportunidades con una pistola calibre 9 mm.
Aún con unos nueve disparos en su cuerpo, Graterol se desplomó y permanecía con vida cuando lo auxiliaron. Fue llevado rápidamente al Hospital General del Sur, en Maracaibo, pero llegó sin vida.
Las primeras informaciones obtenidas por los investigadores indican que el móvil del homicidio habría sido una venganza perpetrada por parte de una banda criminal que opera en esa zona, por cuanto le habría hecho un trabajo en el cementerio al líder de otra banda que ellos consideran “enemiga”.
Sobre «el Gocho», algunos vecinos de La Cañada de Urdaneta, entrevistados por funcionarios policiales, aseguraron que este era un hombre totalmente sano que no se metía con nadie. Al parecer su único error fue haber hecho un favor para luego quedar atrapado entre esas dos bandas.
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NAM