Hoy están serenas las aguas de cristal y el sonido de las olas es un arrullo. El olor a salitre se siente en el ambiente. Este sábado 06 de noviembre se conoció sobre el fallecimiento a causa del covid-19 de la nadadora zuliana Agripina Hernández, mayormente conocida como “La Soberana del Lago”, quien en 1956, con tan solo 9 años de edad, cruzó nadando el Lago de Maracaibo.
Agripina, considerada una gloria del deporte regional, muere a los 75 años.
Hace 65 años, Agripina Hernández marcó un hito en el deporte nacional al cruzar nadando el Lago de Maracaibo. Para el momento de la proeza, la pequeña oriunda del municipio Miranda, contaba con 9 años de edad.
Transcurre en el año 1956, en plena dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. Todo en el país se debate entre el duro mando de un hombre y las esperanzas de libertad.
Los niños juegan, los mayores trabajan. Los días pasan entre calma y expectativa. Nadie sospecha que este día quedará grabado en la historia.
Son las 5.00 de la mañana del 25 de marzo. En el malecón de Los Puertos de Altagracia hay mucho movimiento de personas. Todo está listo. La gente se pregunta ¿Qué es lo que pasa? La calma está a punto de llegar a su fin.
Ese día, una niña de 9 años se convertiría en la reina y soberana del Lago, luego de hacer una travesía a nado por el estuario zuliano. ¿Quién? Agripina Hernández. Cruzó seis veces el Lago. Cinco pruebas para acondicionar su pequeño y menudo cuerpo, la sexta fue la definitiva con exhibición y todo.
Era muy delgadita en ese entonces, pero con el ejercicio de la natación se mantuvo en forma.
De la mano de su padre «el tiburón del Lago»
Comenzó dando sus primeras chapaletas a los seis años de edad, como toda una sirenita, entrenada por su papá Asdrúbal Hernández, mejor conocido como “el tiburón del Lago”, porque muchas veces cruzó el Coquivacoa de un lado al otro, simplemente con la fuerza de sus brazos y piernas.
Luego de varias competencias en el malecón marabino, Asdrúbal tuvo una idea: preparar a la menor de sus hijas para realizar la impresionante travesía.
Aquel día de marzo, Agripina nadó 8 kilómetros y medio al propio estilo libre, desde Los Puertos de Altagracia hasta la playa Casa Blanca Club, ubicada donde hoy está el complejo de La Cotorrera en la avenida El Milagro.
El cuerpo de bomberos y la Guardia Nacional acompañaron el recorrido, no solo para estar alerta en caso de ocurrir algún imprevisto, sino también para verificar que no se hiciera trampa.
Rumores indicaban que la niña era remolcada por su padre, pero Asdrúbal salió del agua en varias oportunidades para comprobar que no era cierto.
A ratos descansaba para tomar aliento y seguir con la difícil meta que le había trazado su progenitor. Transcurrieron 4 horas y 32 minutos antes de llegar a su destino, donde un jurado la esperaba para certificar que había hecho el recorrido de manera normal y legalmente.
Había mucha gente esperando en Casa Blanca Club, por la invitación que había salido en la prensa.
Un grupo de jóvenes nadadores del club de natación que había fundado Asdrúbal, siempre acompañaba a Agripina mientras realizaba las prácticas, pero ese día “El tiburón” les dijo que la dejaran sola y la esperaran cerca de la llegada.
Así fue. Cuando la pequeña estaba por llegar se acercaron y formaron una “V” de victoria mientras llegaba a la orilla. El objetivo se había logrado. Desde ese día la bautizaron como la soberana del Lago.
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La Verdad