Descongestionar el Centro de Arrestos Preventivos de la Costa Oriental del Lago (COL) comúnmente conocido como Retén de Cabimas, pudo haber sido un acierto si tras su desalojo y demolición hubiese habido una solución estructural a la crisis penitenciaria que azota al país. Sin embargo, para muchos analistas, abogados, expertos en criminalística y en materia carcelaria, demolerlo no fue acertado cuando en las cárceles y calabozos policiales hay un hacinamiento bárbaro.
El abogado Víctor Velasco es uno de los que opina que la demolición del Retén de Cabimas constituyó un gasto de recursos innecesario como parte, más bien, de una campaña política por parte del Gobernador del estado, cuando los calabozos de las distintas coordinaciones policiales y militares están abarrotados y hay hacinamiento.
Velasco es jurista y Coordinador de Derechos Humanos y de la Federación de Abogados de Venezuela. Considera que desalojar a los presos del Retén de Cabimas y esparcirlos en los otros reclusorios –también congestionados- del país, incluyendo la Cárcel de Sabaneta, que otrora fue desalojada bajo la misma premisa y que hoy, para sorpresa de todos está albergando reclusos, fue trasladar el problema de un lugar a muchos lugares sin remediar lo realmente estructural.
“Con tantos calabozos policiales abarrotados, es irresponsable demoler un espacio grande que lo que hacía falta era agilizar los procesos judiciales, liberar a quienes ya han pagado condena y administrar el ingreso de detenidos con base a un correcto uso de ese recurso, demolerlo no resolvió en nada la crisis penitenciaria”.
Demoliciones y traslados en vano
Velasco trae a colación ejemplos de demoliciones emblemáticas como el del Retén de Catia, en Caracas, cuatro veces más grande que el de Cabimas: «Lo que trajo fue hacinamiento en las otras cárceles, fue trasladar un problema a los demás reclusorios, no resolvió la crisis»
Asimismo opinó del cierre de la Cárcel Nacional de Maracaibo: «Cerraron la Cárcel de Sabaneta y trasladaron el problema a los centros de arrestos penitenciario como El Marite, tampoco resolvieron el problema».
Velasco rechaza la demolición y exhorta a las autoridades a plantearse resolver el problema desde su origen. Derribando
NAM