La reina Isabel II de Inglaterra dio su aprobación a los deseos de su nieto el príncipe Enrique y a su esposa Meghan de tener un futuro más independiente luego de las negociaciones sobre una crisis que involucró a miembros de alto rango de la familia real británica.
“Mi familia y yo apoyamos totalmente el deseo de Enrique y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”, dijo la monarca de 93 años en un comunicado.
“Aunque habríamos preferido que ellos siguieran siendo miembros en funciones a tiempo completo de la familia real, respetamos y entendemos sus deseos de vivir una vida más independiente a la vez que seguirán siendo una parte valiosa de mi familia”, agregó la monarca.
El duque y la duquesa dijeron que continuarán usando Frogmore Cottage, a la cual la pareja se mudó hace solo nueve meses, como su residencia oficial para que “su familia siempre tenga un lugar que llamar hogar en el Reino Unido”.
Este hecho requerirá el permiso de la reina. En simultáneo necesitarán establecer una base en América del Norte, ya sea en los Estados Unidos o Canadá.
Después de anunciar que no recibirían la Subvención Soberana, se podrían ver obligados a pagar el alquiler para mantener la residencia en Windsor, que sigue siendo propiedad de Su Majestad.
La reina Isabel dijo que habrá un período de transición durante el que la pareja pasará tiempo en Reino Unido y Canadá, agregando que hay más trabajo por hacer para concluir los futuros arreglos para la pareja.
Foto: Agencias