Estados Unidos tomará medidas si se produce una escalada de la crisis en Venezuela y el líder opositor Juan Guaidó es detenido por funcionarios policiales o militares, advirtió el martes una funcionaria del gobierno de Donald Trump.
La subsecretaria adjunta del Departamento de Estado para Cuba y Venezuela, Carrie Filipetti, dijo a periodistas que si la seguridad de Guaidó está en riesgo, Washington aumentará su presión para propiciar la salida del presidente Nicolás Maduro, cuya reelección en mayo de 2018 desconoce por «fraudulenta».
«Han visto las tácticas que el gobierno de Estados Unidos ha utilizado y desplegado a lo largo del año pasado. Si hubiera algo como una escalada y un arresto de Guaidó, creo que verían incluso acciones adicionales mucho más allá de lo que hemos promovido hasta la fecha», dijo.
«Y, por supuesto, también será completamente inaceptable para nuestros socios internacionales», agregó.
Estados Unidos y medio centenar de países reconocen a Guaidó como presidente encargado de Venezuela con miras a encabezar un gobierno de transición y convocar nuevas elecciones «libres y transparentes».
Este martes, la Guardia Nacional Bolivariana impidió en un primer momento que Guaidó, ratificado el domingo como jefe parlamentario por 100 de los 167 miembros de la Asamblea Nacional, ingresara al Palacio Legislativo para juramentarse en el cargo, mientras el diputado rival Luis Parra, autoproclamado jefe de la Cámara el mismo domingo con apoyo del oficialismo, dirigía la sesión.
«Si Luis Parra y otras 18 personas deciden quedarse en el edificio de la Asamblea Nacional, bueno, no tienen quórom, no tienen autoridad para estar allí, no fueron elegidos para ese puesto, de acuerdo con la Constitución venezolana», afirmó Filipetti, al señalar que para Estados Unidos lo único que importa es la Asamblea Nacional elegida democráticamente en 2015 y presidida desde enero de 2019 por Guaidó.
«Esto es algo que estamos siguiendo muy de cerca», remarcó.
Guaidó consiguió finalmente entrar al Palacio Legislativo este martes y juramentarse como presidente del Parlamento venezolano.
Elliott Abrams, el alto funcionario del Departamento de Estado dedicado a la crisis en Venezuela, reiteró el lunes la posibilidad de una intervención militar estadounidense en Venezuela.
«Las opciones militares existen, es un hecho. Existen. Pero nuestra política es una política de presión económica, diplomática, financiera, y estamos siguiendo con eso», dijo a periodistas.
AFP