El abogado británico Karim Khan asumió este miércoles como nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) un cargo en el que deberá hacer frente a temas complejos, como investigaciones sobre el conflicto israelo-palestino, Venezuela, Afganistán o Filipinas.
«Me comprometo a cumplir con mis funciones y a ejercer mi poder como fiscal de la Corte Penal Internacional con honor, fidelidad, imparcialidad y concienzudamente», dijo Khan, de 51 años ante la sede de la institución, en La Haya.
Este abogado sucede a la gambiana Fatou Bensouda, que terminó su mandato de nueve años, y es saludada por haber ampliado la labor de la CPI, aunque también sufrió varios reveses, como la absolución del expresidente marfileño Laurent Gbagbo.
Khan, especialista de derechos humanos, ocupaba antes el cargo de subsecretario general de Naciones Unidas, donde estuvo encargado de dirigir una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo yihadista Estado Islámico.
También ha intervenido del lado de la defensa en varios juicios ante la CPI, en particular para Seif al-Islam, un hijo del exdirigente libio Muamar Gadafi.
Venezuela en la mira
En su declaración de despedida, Bensouda aseguró que a lo largo de su mandato había adoptado sus decisiones «con cuidado, pero sin temor ni favor. Incluso ante la adversidad, incluso a un coste personal considerable».
Bensouda declaró que había tenido la intención de pedir la apertura de una investigación sobre los crímenes cometidos por las fuerzas gubernamentales en Venezuela, pero que se le impidió hacerlo a último minuto tras una intervención del gobierno de Caracas, pidiendo a los jueces que se encargaran del caso. Se espera una decisión al respecto de los magistrados.
Por su parte, el nuevo fiscal Khan deberá afrontar la oposición de las grandes potencias que han rehusado sumarse a la CPI, como Estados Unidos, Israel y China.
«La CPI está en una fase crucial» tras haber recibido varias criticas por no haber sido «tan eficaz como deseaban los Estados que la integran», opina Carsten Stahn, profesor de derecho penal internacional en la universidad Leyde en Holanda.
Para este profesor, la llegada de Kahn puede suponer una «ocasión para reformar el tribunal», habitualmente criticado por los altos sueldos de sus jueces y por la lentitud de sus procedimientos.
El conflicto israelo-palestino
La investigación sobre el conflicto israelo-palestino está especialmente «cargado políticamente», según él. El Reino Unido, miembro de la CPI, se ha opuesto por ejemplo a que se investigue este dosier.
«La CPI podría ser vista como un actor no totalmente imparcial, y los Estados miembros tienen prioridades diferentes respecto a lo que la CPI debe hacer en este contexto. Es muy difícil gestionar las diferentes expectativas» agrega el profesor.
Karim Khan podría en cambio beneficiarse de un administración estadounidense menos conflictiva, mientras Fatou Bensouda fue objeto de sanciones decididas bajo la presidencia de Donald Trump. Bensouda deja tras de sí un balance contrastado.
Bajo su mandato Laurent Gbagbo fue absuelto de crímenes de guerra en Costa de Marfil, el expresidente congoleño Jean-Pierre Bemba fue absuelto en apelación y las querellas contra el presidente keniano Uhuru Kenyatta fueron abandonadas.
Pero Bensouda registró notables éxitos como la condena de Dominic Ongwen, niño-soldado ugandés que se convirtió en comandante de la brutal rebelión del Ejército de resistencia del Señor (LRA), así como la condena del exjefe de guerra congoleño Bosco
NAD