Una nochebuena muy atípica vivieron este 2019 los habitantes del municipio Cabimas, ya que la algarabía decembrina de otrora no se sintió por ningún lado, pues siguieron agobiados y sumergidos en la basura,las colas y la oscuridad.
Desde mediados de años se hizo viral a todo lo largo y ancho del municipio, el lanzar basura y escombros a las instalaciones petroleras,las conocidas como taladros o balancines, muchas de esas instalaciones abandonadas y fuera de servicio.
Varias son las razones de la proliferación de estos vertederos a cielo abierto de basura, escombros y animales muertos, entre ellas que el Instituto Municipal de Aseo Urbano (Imauca)dejo de realizar la recolección periódica de pasar una vez por semana recogiendo la basura en las residencias.
Otras de las razones es el abandono en que la Industria Petrolera, llámese PDVSA o Petro Cabimas, han sumergido casi el 80% de los balancines, sobre todo cuando estos han dejado de estar activos. Y otra razón es la inconsciencia de los vecinos aledaños a esas instalaciones que para sacar la basura de sus casas las depositan en esos lugares, creando un problema a largo plazo.
Por su parte las colas para surtir de gasolina, contribuyeron a que esta nochebuena para los Cabimenses fuese atípica. En lugar de que las madres, padres, tios,abuelos, hermanos estuviesen adelantando todo para la cena de nochebuena, estaban pernotando en una cola en las adyacencias de las estaciones de servicio.
Lamentablemente muchos solo perdieron su tiempo, pues no lograron surtir sus vehículos según lo expresado unos porque se acabo y otros porque la “matraca entre guardias, policías y bomberos se los impidió”.
Otra situación que hizo atípica la nochebuena del Cabimense, fue el corte de electricidad, ni porque era una ocasión especial Corpoelec dejo de realizar el racionamiento.
Para terminar de preparar sus alimentos, las familias tuvieron que hacerlo a la luz de una vela o la linterna de los celulares, igual para vestir a los muchachos que ansiosos esperaban la llegada del Niño Jesús; aunque a muchos por la situación económica que se vive no les llego.
Primera Edicion Col