Alexandra Martinez aguarda a las afueras de una clínica privada en Barquisimeto. Su padre, Ernesto, de 56 años de edad, presenta neumonía bilaterial severa por lo cual se encuentra recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos. Cada día de hospitalización tiene un costo aproximado de 700 dólares.
Ernesto fue un hombre productivo hasta esa semana en que presentó síntomas de Covid-19. Ni él ni su familia contaban con seguro médico para hacer frente a los enormes gastos que se generan en una clínica privada. Tan agobiante era su cuadro de salud como el temor de no poder enfrentar económicamente la dura prueba que les esperaba, destaca la crónica de El Impulso.
Pese a todos los esfuerzos médicos, Ernesto engrosó la interminable lista de víctimas fatales de este virus que puso al mundo de rodillas. “Me quedé a pie pero tengo el consuelo de haberle brindado a mi viejo lo mejor”, expresó la desconsolada hija que aún no acepta ni entiende su pérdida.
La pandemia de la Covid-19 pone en primer plano la ausencia de protección en materia de salud para los ciudadanos, quienes anteponen la alimentación a la adquisición de medicinas o seguro médico. De acuerdo con datos de la Asociación de Aseguradoras de Venezuela, para abril de este año, solo 3% de la población venezolana contaba con seguro médico. El otro 97% queda a la deriva, recurre a la caridad a través de campañas Go Foundme o, finalmente, aguarda por una cama disponible en el colapsado sistema de salud público.
¿Cuánto cuesta tu enfermedad?
A muchos venezolanos se les joroba la vida cuando la hiperinflación pone sobre sus hombros el peso de la miseria. En este contexto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), aseguran que cerca de 9,3 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria desde hace dos años y esta realidad aumentaría significativamente con la pandemia.
Ante este panorama, ¿es posible planificarse en materia de salud? Al respecto, María Andreína González, vicepresidente de Operaciones de PGS Consulting Group y especialista en seguros internacionales, señala que buena parte de la población en edad productiva siente que la enfermedad nunca llegará, lo ven como algo lejano. “La pandemia ha hecho que las personas de todos los niveles sociales entiendan que no es posible saber cuándo te vas a enfermar. La falta de planificación en salud es una realidad que se ha acentuado en los últimos años a causa de la crisis que vive el país”.
Los altos costos de las clínicas privadas y el deprimido sistema de salud público ha motivado a un cambio de visión que tiene como prioridad la obtención de un seguro médico.
El monto de las primas varía de acuerdo a la cobertura de la póliza. En el caso de los niños, una cobertura de 100 mil dólares genera una prima de 140 dólares anuales aproximadamente. Para los jóvenes, el monto de la prima con la misma cobertura es de 360 dólares, mientras que las personas de la tercera edad requieren una prima anual superior a los mil dólares, con una cobertura de 50 mil o 100 mil dólares.
Explicó González que las compañías aseguradoras han iniciado programas de financiamiento amigables que se adaptan a todo tipo de presupuestos. “Pueden pagar sus primas de forma mensual, trimestral o anual. Estas formas de financiamiento son óptimas para las familias cuyos recursos son limitados y también para los jóvenes que están fuera del país y quieren asegurar a sus padres”.
Este cambio de mentalidad, agrega, no solo le brindará mayor protección sino que aliviará las preocupaciones ante el futuro. “Tienes que preguntarte qué vas a hacer si se presenta una situación de salud. ¿Vas a vender tu carro o tu casa? ¿Vas a recurrir a la solidaridad de tus familiares o amigos? ¿Cuánto tiempo te llevará vender tus bienes? Es momento de cambiar la visión y planificarnos pues aunque no podemos controlar el futuro, sí podemos prepararnos”.
Para quienes no cuentan con recursos económicos, las posibilidades de adquirir estos productos de protección son casi nulas. Es por ello que urge la recuperación del sistema de salud público que garantice el derecho a una atención médica digna para todos.
Versión Final