Las agencias de seguridad nacional de los Estados Unidos están vigilando dos buques de guerra iraníes cuyo destino final podría ser Venezuela, según informó el portal Político, citando a tres fuentes familiarizadas con la situación.
Una fragata iraní y el Makran, un antiguo petrolero que fue convertido en una base de operaciones flotante, se dirigen al sur a lo largo de la costa oriental de África. Si bien los funcionarios estadounidenses no saben con seguridad el destino de las embarcaciones, Washington cree que pueden dirigirse a Venezuela, reseñó Infobae.
En los últimos años, Teherán se ha consolidado como uno de los principales apoyos del Gobierno de Nicolás Maduro y ya se ha transformado en uno de sus mayores socios comerciales en los sectores del combustible, la salud y alimentos.
La alianza entre Venezuela e Irán nació con el fallecido expresidente Hugo Chávez. La estrecha relación que el exmandatario estableció con el Gobierno persa comenzó durante la Cumbre de Jefes de Estado de los Países Miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebrada en Caracas en 2000.
Desde entonces y hasta poco antes de su muerte, Chávez viajó varias veces a la República Islámica de Irán, y el entonces presidente Mahmoud Ahmadinejad estuvo en Caracas al menos cinco veces.
Durante este período se firmaron cientos de acuerdos bilaterales que abarcaban los sectores petroleros, químicos, inmobiliarios y automotriz. Chávez decía que su alianza con Teherán era fundamental para su Gobierno e, incluso, llegó a regalarle a Ahmadinejad una réplica de la espada de Simón Bolivar.
Para Maduro, Irán se ha convertido en uno de sus pocos aliados. Y para Teherán, Venezuela es casi la única puerta que le queda abierta en Latinoamérica. Así, las relaciones entre los dos países se extienden al sector militar.
Político informó que altos funcionarios del Ejecutivo chavista ya han sido advertidos de que recibir con honores los buques de guerra iraníes sería un error pero, detalla la publicación, no está claro si Maduro ha prestado atención a esa advertencia.
La sola presencia de buques de guerra iraníes en el patio trasero de Estados Unidos representaría un desafío a la autoridad estadounidense en la región, y probablemente avivaría el debate en Washington sobre la decisión del presidente Joe Biden de reabrir las negociaciones con Teherán”, asegura el medio norteamericano.
El Makran, de más de 70 metros de largo y puesto en servicio este año, funciona como plataforma para misiones de guerra electrónica y operaciones especiales, y los funcionarios iraníes han presumido de las capacidades de misiles y armas del buque. Según dicen, puede transportar hasta siete helicópteros, así como aviones no tripulados.
VF