El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció a través de su principal portavoz, Ned Price, que el gobierno de Joe Biden «no levantará las sanciones» contra el gobierno venezolano, pero admitió que las sanciones de los últimos cuatro años «no han sido exitosas para una salida electoral en Venezuela», por ende apuestan por un «enfoque multilateral» en el que ya están trabajando.
«Nuestro objetivo principal es apoyar una transición democrática pacífica en Venezuela a través de elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y ayudar al pueblo venezolano a reconstruir sus vidas y su país. Sabemos que la raíz de la miseria y el sufrimiento de los venezolanos es ocasionada por un hombre y hemos sido muy claros: Nicolás Maduro es un dictador y sus acciones no representan el interés del pueblo de Venezuela», sentenció Price.
Mencionó que la diplomacia estadounidense no está negociando con el gobierno de Maduro, pero aseguró que el diálogo debe ser entre la oposición y el oficialismo, explicando que en el pasado los diálogos fracasaron «porque Maduro quiso centralizar el poder, baipasear a la oposición y oprimir a manifestantes pacíficos».
«Nuestro objetivo primordial es apoyar una transición democrática pacífica en Venezuela a través de elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y ayudar al pueblo venezolano a reconstruir sus vidas y su país», dijo Price.
El gobierno de Biden considera que la política de sanciones de Trump “no ha funcionado” y por ello se revisarán para asegurarse de que no se está castigando al pueblo venezolano, sin que ello impida seguir “aumentando la presión” sobre el gobierno de Maduro para forzarlo a negociar.