Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia Continuando con mis reflexiones en esta cuarentena, hoy escribo sobre el amor y la amistad en razón que el pasado domingo 14 se celebró en nuestro país este día dedicado al amor y la amistad.
En realidad, desde el punto de vista de la religión católica ese día se le rinde tributo a San Valentín, como conmemoración de las buenas obras realizadas por este santo romano, que están relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad.
Nosotros celebramos ese día dedicándolo no solamente a San Valentín sino también al amor y la amistad, que son conceptos muy amplios. El amor es el más hermoso sentimiento que debe regir todos nuestros actos y que para ser consecuente, justos y felices, debemos guiarnos por nuestra conciencia, nuestro corazón, nuestra razón y nuestra nobleza.
Podemos decir, que el amor incide en todo y que el ser humano sin amor es como un cuerpo sin espíritu, prácticamente un cascarrón vacío, porque el amor es lo que da valor real a lo simplemente material.
Por ello, muchos poetas, en una forma u otra, nos señalan que es necesario poner una porción de amor a cada cosa que hagamos, y los filósofos afirman que la felicidad no está en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno hace.
El amor es el ala que Dios ha dado al hombre para volar hasta el, cómo lo expreso el gran pintor Miguel Ángel. En cuanto a la amistad, podemos decir, que es el segundo sentimiento después del amor que dignifica la vida en comunidad y se mide por calidad, no por cantidad y dinero.
La amistad es un don de Dios. Es un regalo del cielo. Vale mucho una verdadera amistad. Los amigos son muy pocos, la biblia nos dice en el eclesiástico 6:14 que el que encuentra un amigo encuentra un tesoro. De allí que debemos orar agradeciendo por el tesoro que encontramos en un verdadero amigo.
Winston Churchill decía: “Para mí, amigo es el que me conoce a fondo y, a pesar de ello, me sigue apreciando”; y el gran filósofo romano Cicerón proclamaba que la bondad moral o la bondad de carácter es la cualidad que posibilita la amistad, la armonía y la permanencia de esta; expresando también que vivir sin amigos no es vivir. Nuestro libertador Simón Bolívar, expreso que la amistad tenía en su corazón un templo.
En resumen, podemos decir, el verdadero amigo es el que nos hace ver los riesgos, pero también nos estimula a vencer obstáculos que aplaude nuestros triunfos pero se niega a adularnos falsamente: Es como otro hermano que nosotros mismos escogemos; y por ello, la verdadera amistad es una planta que crece despaciosamente y debe resistir los azotes de la adversidad para poder dar buenos frutos.
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