Los nuevos precios del pollo y carne llegaron a las nubes en los diferentes mercados, supermercados y puestos de Maracaibo. El aumento de esta proteína, indispensable en mesa del venezolano, ha ocasionado el rechazo de los consumidores, quienes señalaron que su presupuesto no alcanza para pagar tales montos.
«Comer pollo en Venezuela es solo cosa de ricos, la mayoría que es «pela bola» no come pollo», expresó indignada Emilia Restrepo, ama de casa y trabajadora.
En los diferentes establecimientos de la ciudad, se pudo observar que el precio del kilo de pollo es de 89 mil 999 bolívares con 99 céntimos. Asimismo, el filete de pechuga 210 mil bolívares, las alitas de pollo 90 mil, el caparazón en 35 mil y las patas de pollo 25 mil.
Ante este panorama, los consumidores buscan nuevas opciones para el consumo de proteínas y optan por comprar carne, granos y vegetales entre otros productos. Sin embargo, en Venezuela, comer carne también es casi un imposible, ya que el kilo supera los 100 mil bolívares.
En este sentido, el nuevo plato típico del venezolano contiene arroz y lentejas o huevos de vez en cuando. Otros optan por comprar una rodaja de mortadela en las tiendas, para cortarla en cuadritos y darle algo de sabor a cárnico a la comida. Pero no faltan los que adquieren las populares mangueras o «salchilargas» como le dicen en Maracaibo
La crisis del país, dese hace un poco más de media década, ha depauperado la calidad de vida del venezolano. No poder comer como es debido, tres veces al día, renovar la ropa y calzado, arreglar la casa, entre otras necesidades son las cosas de las que se han privado los venezolanos.
