SAN BENITO de PALERMO. De origen africano, fue hijo de esclavos. Se cree que sus padres pudieron trabajar en una plantación cercana a Mesina donde habían sido traídos como esclavos de África. Recibió la libertad de sus amos tras su nacimiento y en sus primeros años se ganó la vida como pastor….Cuando contaba más de veinte años conoció a un grupo de ermitaños que seguían la Regla de san Francisco a los que se unió atraído por las ideas del santo. En 1564 el grupo se disolvió y Benito ingresó en el convento de Santa María de Palermo. Su analfabetismo le relegó a la cocina del convento.
Desde la cocina su piedad, su humildad y los milagros que se le atribuyeron, sobre todo curaciones, le dieron gran fama, lo que le llevó a ser elegido prior en 1578. Posteriormente fue maestro de novicios, para después volver a la cocina.
Su fiesta se celebra en Venezuela el 27 de diciembre. Benito fue beatificado por el papa Benedicto XIV en 1743 y canonizado en 1807 por Pío VII. También se dice que su cuerpo fue encontrado incorrupto cuando fue exhumado pocos años después. Santo patrón de los afroamericanos, Benito es recordado por su paciencia y entendimiento cuando se enfrentaba a prejuicios raciales. William Delgado, obispo de la diócesis de Cabimas, elevó a parroquia lo que fuere iglesia de San José con el título de parroquia de San Benito de Palermo.
En la Arquidiócesis de Maracaibo, en su Zona Pastoral número 8, existe la parroquia Purísima Madre de Dios y san Benito de Palermo, en la que se le rinde culto a este religioso, ubicada en la parroquia civil del Bajo del Municipio San Francisco (Zulia). En el sur del lago de Maracaibo o Costa Oriental del Lago se celebra el 27 de diciembre (al igual que Palmarito, Santa María, San José y San Antonio), el primero de enero en Bobures y el 6 del mismo mes en Gibraltar, entre otros.
Los chimbangueles de San Benito son una orquesta de tambores colgantes, expresión tangible de la cultura negroide llegada desde África en tiempos de la esclavitud. … El resultado, la fusión de las tres culturas indígena, europea y africana. Las culturas – Ewe Fon, de Dahomey (Togo, Benín), Efik, y Efok (Nigeria) e Imbangala (Angola), trasplantadas a esta región por el régimen esclavista, logran ensamblar en este rito, colmado de música frenética y danza, una manifestación auténtica que irradió la fuerza y la energía de esta tradición desde el sur del lago de Maracaibo a varios lugares de Venezuela y Colombia.
La bandera que acompaña las procesiones de San Benito, su color azul es un sincretismo con la deidad Ajé, señor de las aguas azules. También, entre los Efik y Efok al sur de Nigeria, las mujeres rinden culto a una divinidad llamada Ajé, a la que exclaman alebant, alebant.
Igualmente en los Ashanti, en Ghana, cada veintiún días celebraban fiestas a los Adaé o deidades. Estos antiguos ritos africanos, de carácter inicialmente masculino, los relacionan algunos ancianos con los cantos y bailes devocionales – gaitas de tambora – que en honor a San Benito se realizan en el sur del lago de Maracaibo. Parte del canto chimbánguele es Ajé, Ajé San Benito, Ajé, que se entona al ritmo de los cueros.
El Chimbángueles en honor a San Benito de Palermo, es uno de los mayores complejos culturales de mayor releváncia y profunda significación llevados a cabo en la región zuliana (Estado Zulia – Venezuela). La danza ritual conocida como Giros de San Benito, ejecutadas en los andes venezolanos, consiste en bailar alrededor de un palo de cintas, tejiéndolo y destejiéndolo con movimientos graciosos y preciosos. Cómo vemos el culto a San Benito de Palermo se realiza en muchas regiones de Venezuela y Colombia.
Se lleva a cabo con fervor especialmente en el sur del Lago de Maracaibo, Estado Zulia, donde se da la multitudinaria participación del pueblo y la esmerada elaboración del ritual.
Bien Suscribe: Antonio Romero Prieto. Profesor Titular Emérito de la Universidad del Zulia (LUZ). Miembro del Rotary Catatumbo y Miembro de la Academia de Historia del Estado Zulia.