Un servicio dominical de la Iglesia Metodista en Rochester tomó un giro inesperado y emotivo cuando el pastor Phil Phaneuf anunció públicamente a su congregación que es una mujer transgénero y que está iniciando un proceso de transición.
La revelación, que dejó a muchos feligreses sorprendidos, fue recibida con una mezcla de reacciones y ha reavivado el debate sobre la inclusión y la diversidad dentro de las comunidades religiosas.
En un discurso cargado de sinceridad, Phaneuf explicó que este paso no es un cambio de identidad, sino el fin de una vida vivida en la clandestinidad. “Soy transgénero. Y la mejor manera de decirlo es que no me estoy convirtiendo en mujer. Estoy dejando de fingir ser hombre”, declaró ante los asistentes.
La pastora, visiblemente emocionada, también compartió el doloroso desafío de no contar con el apoyo de su círculo familiar más cercano.
“¿Mis padres están de acuerdo con esto? ¡Para nada! Me enviaron un mensaje esta mañana pidiéndoles que les dijera que no me apoyan y que han preferido sus convicciones y creencias a apoyar a su hijo”, afirmó.
La valiente declaración de Phaneuf subraya las tensiones que persisten entre las identidades LGBTQ+ y las doctrinas de algunas instituciones religiosas, poniendo de manifiesto la necesidad de un diálogo continuo sobre la aceptación y el amor incondicional dentro de la fe.
noticialdia
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