El futuro del béisbol parece estar muy asegurado, la expansión de este deporte ha sido notable y en países que inimaginablemente se jugaría este apasionante deporte. El mismo comisionado Rob Manfred, contra viento y marea y el tsunami de críticas introdujo algunos cambios que en principio fueron muy dudosos y altamente cuestionados, pero que al final han terminado dándole la razón.
El reloj para los lanzadores, el número de visitas hacia la lomita del pitcher, el tema de los tres bateadores por cada lanzador cambiado, el tema de los virajes hacia las bases por parte de los pitcher, el tiempo que también debe respetar el bateador en la caja de bateo, el corredor fantasma en los extrainnings son cambios que ciertamente han bajado las horas en las cuales se desarrolla un juego de béisbol.
Los sabermétricos e investigadores de Manfred encontraron que el deporte era lento, largo y tedioso para el público joven, que, por el contrario sentían mayor atracción por los deportes de rápido desempeño y desenlace como el baloncesto y el fútbol, por solo mencionar dos. Así que estos cambios han bajado los tiempos en los juegos de béisbol y consecuentemente el público jóven ha plenado los parques de pelota.
Expansión y reorganización espacial
Sin embargo, los estudios tras los juegos siguen arrojando posibles soluciones a problemas que ayuden a perfeccionar o a dinamizar más el deporte y en ese punto está surfeando Rob Manfred. Expandir a 32 franquicias es un asunto temerario, pero, parece darse las condiciones para ello. El juego en Tennessee es un ejemplo.
Lo otro que se está visualizando es reorganizar las agrupaciones tal vez por un tema geográfico a fin de facilitar temas de desplazamiento y propiciar mayor número de encuentro entre equipos geográficamente más cercanos incluyendo aquellas ciudades que tienen dos franquicias, como lo son Nueva York, Texas o Los Ángeles.
“Creo que (la expansión y la reestructuración) están relacionadas. Si nos expandimos, tendremos la oportunidad de realinearnos geográficamente. Podríamos ahorrarles mucho trabajo a nuestros jugadores en cuanto a viajes. Y nuestro formato de postemporada sería aún más atractivo para entidades como ESPN, porque jugaríamos tanto en el Este como en el Oeste”, declaró Manfred a ESPN.
Nashville y Salt Lake City, en carrera
Aunque no se revelaron oficialmente las ciudades candidatas, medios como Fox Sports y USA Today señalan a Nashville y Salt Lake City como las propuestas más consolidadas para albergar nuevas franquicias.
La incorporación de dos equipos adicionales implicaría una transformación del actual sistema de Liga Americana y Liga Nacional, que cuenta con tres divisiones cada una. Entre los modelos que se evalúan destacan:
-Un formato de conferencias Este y Oeste, similar al de la NBA
-Una estructura de cuatro divisiones con ocho equipos, como en la NHL
-Ocho divisiones con cuatro franquicias, como en la NFL
Manfred expresó su deseo de concretar esta expansión antes de finalizar su gestión en 2029, como parte de una estrategia que busca modernizar el calendario competitivo, optimizar la logística de viajes y ampliar el alcance mediático de la liga.
La última expansión de las Grandes Ligas se realizó en 1998, con la incorporación de los Cascabeles de Arizona y los Rays de Tampa Bay, elevando el número de equipos a 30.
NAM/Redacción/Agencias
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